La Junta prevé un crecimiento del 3,3 por ciento de la economía regional en 2022 y del 1,6 por ciento en 2023
VALLADOLID, 26 (EUROPA PRESS)
El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, ha definido este miércoles el límite de gasto no financiero presentado por la Junta como “realista” con el escenario al que se enfrenta Castilla y León y que va a permitir seguir recuperando actividad económica y de empleo, a pesar de las “incertidumbres”.
Así lo ha señalado Fernández Carriedo durante su exposición en el pleno de las Cortes para explicar el techo de gasto, que la Junta ha fijado para el ejercicio 2023 en los 12.470 millones de euros, 1.490 millones más que en 2021 (13,57 por ciento más que en 2021).
Esta cifra, ha indicado, es el resultado de sumar los ingresos no financieros que prevé obtener la Comunidad (12.267 millones de euros), así como los recursos asociados al objetivo de déficit del 0,3 por ciento del PIB regional (205,12 millones) y a ello hay que restar 2,13 millones como consecuencia de los necesarios ajustes de Contabilidad Nacional.
De este modo, el consejero de Economía y Hacienda ha reconocido que la Comunidad se enfrenta a un escenario “complicado” con una previsión de “deterioro” de las expectativas del crecimiento económico, vinculado a la evolución de la inflación, con un incremento de los precios de la energía, de las materias primas y de los alimentos “sin precedentes en los últimos años”.
A ello se suma, ha asegurado el consejero, las incertidumbres derivadas del conflicto en Ucrania, el crecimiento de los tipos de interés y con un anuncio de subida de impuestos por parte del Gobierno de España que generan “incertidumbre y falta de confianza”.
Sin embargo, ha insistido en que es un escenario “factible” y “realista”, avalado por la AIREF, que va a permtir seguir creciendo con una previsión “prudente” respecto a la planteada por el Gobierno de España. En este punto, ha situado la previsión de crecimiento en 2023 en el 1,6 por ciento, por debajo del 3,3 por ciento con el que prevé cerrar el ejercicio actual, que supone más de un punto en lo previsto en el presupuesto fallido de 2022, que lo situaba en el 4,9 por ciento.
Además, ha señalado que permitirá seguir creando empleo, con una bajada de la tasa de paro, que podría llegar al 10,1 por ciento y que, en términos de puestos de trabajo equivalentes a puestos completos, el empleo crecerá un 2,3 por ciento.
Un techo de gasto que, ha añadido, recoge también un incremento importante de los recursos procedentes de la Unión Europea, que incorpora una subida de la recaudación prevista por tributos propios, bajando impuestos y que refleja una reducción de las tranferencias procedentes del Estado, debido a la desaparición del Fondo COVID.
En todo caso, ha recordado que esta propuesta es “plenamente compatible” con que desde la Junta se siga demandando un modelo de financiación autonómica “más justo” y “suficiente” para financiar los servicios públicos y una distribución del nível de déficit público “más equilibrada”.
CIFRAS
El techo de gasto no financiero para 2023 ascenderá a 12.470 millones de euros, un 13,6 por ciento más respecto al del presupuesto del año 2021 –el último aprobado y prorrogado en 2022–, impulsado por el crecimiento del 62,35 por ciento de los fondos europeos y por el aumento de la recaudación tributaria.
Se trata del techo de gasto no financiero más alto desde que el Gobierno autonómico calcula esta magnitud, está más próximo al aprobado el pasado año –11.621 millones– para las cuentas que no vieron la luz y en el que ya crecieron los fondos de la UE y será la referencia para elaborar el presupuesto autonómico de 2023 con el horizonte del próximo 1 de enero.
Según Fernández Carriedo, las próximas cuentas tendrán como objetivo avanzar en la senda de crecimiento económico que transforme y reactive “de forma sostenible” la actividad económica y el empleo y fortalecer unos servicios públicos sanitarios, educativos, sociales y de acceso a la vivienda “de calidad” para proteger a “todas” las personas, “independientemente de donde vivan”.
DETALLE DE LOS RECURSOS NO FINANCIEROS
Según ha detallado el consejero, los ingresos no financieros alcanzarán los 12.267,01 millones de euros, un 18,7 por ciento más respecto a las vigentes cuentas (10.335,26 millones de euros), en los que se contabilizan 1.986 millones de euros procedentes de Fondos Europeos, fundamentalmente los vinculados a los NG e incluidos los recursos de la PAC, frente a los 1.223,28 millones consignados en el presupuesto en vigor, ese 62,35 por ciento más.
Además, los recursos no financieros se nutren de otros 8.136,22 millones de ingresos procedentes de los fondos del modelo de financiación, que suben un 20,38 por ciento; de 1.197,12 millones procedentes de ‘otros ingresos’, que crecen un 21,57 por ciento, y de 947,73 millones de transferencias, que caen en este caso un 30,74 por ciento. El consejero y portavoz ha lamentado la eliminación por parte del Estado del Fondo COVID ya que, según ha constatado en la rueda de prensa, el gasto relacionado con la lucha contra el coronavirus “aún sigue con nosotros”.
A esta cantidad hay que sumar los recursos asociados al déficit, que el Gobierno ha fijado para las comunidades autónomas en el -0,3 por ciento del PIB regional en la idea, ha compartido el consejero, de rebajar el nivel de deuda sobre el PIB. Estos recursos equivalen a 205,12 millones de euros si bien hay que restar 2,13 millones por ajustes de Contabilidad Nacional.
“El resultado de la operación son los 12.470 millones de euros de gasto no financiero en los que como máximo podrá incurrir el Gobierno de Castilla y León durante el año que viene, 1.490 millones más que el previsto en el presupuesto de 2021”, ha precisado el titular de Economía y Hacienda.
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