MADRID, 26 (SERVIMEDIA)
El secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, avanzó este miércoles que su departamento está perfilando los detalles de la estrategia de erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia, un instrumento que ha de desarrollarse según lo establecido en la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia (Lopivi).
Lo dijo durante su intervención en el acto de lanzamiento del proyecto conjunto de la UE y el Consejo de Europa ‘Fortalecimiento de la justicia adaptada a la infancia y a la adolescencia a través de una cooperación y coordinación eficaces entre los diferentes servicios del modelo Barnahus en las regiones de España’, que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.
Nacho Álvarez afirmó que la adhesión de España a este proyecto pone de manifiesto la “apuesta firme” del Gobierno con la protección de la infancia, lo que le dio pie a recordar el carácter pionero del país en este ámbito, cuya máxima expresión lo ejemplifica la Lopivi.
Luego de recordar la labor conjunta con las comunidades autónomas y la acción del Gobierno en esta materia, confirmó que su departamento está ultimando el desarrollo de la estrategia de erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia.
Por su parte, explicó que el modelo Barnahus auspicia “entornos amigables y seguros” que permitan superar la “dificultad probatoria” en los casos de violencia infantil y posibilita “superar el complejo de culpa” de las víctimas.
También saludó que la iniciativa permitirá contar con una imagen clara de la realidad existente en España en términos de violencia infantil, lo que hará posible la forja de un “marco común” y un “plan de acción con respuestas eficaces y refuerzo de derechos”.
Por último, refrendó que la Secretaría de Estado de Derechos Sociales aplicará todas las medidas y centrará sus esfuerzos en “conseguir que la violencia contra la infancia deje de ser invisible”, puesto que la lucha contra esta lacra es “un imperativo de derechos humanos, y en ese trabajo todos nos encontramos todos los días en todos los niveles de actuación”.
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