ÁVILA, 24 (EUROPA PRESS)
El Congreso Internacional ‘Humanismo y Transición Ecológica’, organizado por la Universidad Católica de Ávila (UCAV) junto con la Association Européenne des Facultés Libres (AEF Lib), ha culminado con 180 participantes de más de 16 nacionalidades.
El congreso ha reflexionado sobre el papel del ser humano en el medio ambiente con ponencias centradas en la Educación, Economía, Filosofía y Teología y Ciencia y Derecho.
El doctor Jorge Mongil, profesor de Hidrología y Restauración Hidrológico-Forestal de la UCAV, ha sido el encargo de comenzar la segunda jornada de este Congreso Internacional con una ponencia sobre ‘El papel de la ciencia en la transición ecológica. Algunas reflexiones desde el medio natural’.
El experto ha explicado que el hombre ha influido sobre el medio ambiente que le rodea con más intensidad desde la revolución industrial, y que “el aprovechamiento de los recursos naturales y otras actividades humanas generan impactos negativos de manera continuada, lo que ha conducido a una situación actual de crisis ambiental, caracterizada por graves problemas ambientales globales”, por lo que en este contexto “las soluciones deben ser urgentes y basadas en la sostenibilidad”.
El ponente ha planteado tres preguntas fundamentales: Cuál debe ser el papel de la ciencia en la transición ecológica, cuáles deben ser las relaciones entre ciencia, humanismo y transición ecológica y qué papel debe jugar el hombre en la relación ciencia-transición ecológica.
Como respuesta, Mongil ha apostado por un desarrollo económico sostenible ambientalmente y por el aprovechamiento racional de los recursos naturales, así como en seguir avanzando en cuestiones tales como la restauración de ecosistemas, el uso más eficiente del agua y la energía, búsqueda de nuevas fuentes de energía más limpias, la planificación y gestión de ciudades sostenibles, la reducción de emisiones contaminantes para minimizar los efectos del cambio climático y mejorar la calidad del aire, el reciclaje o la reutilización y la minimización de residuos.
ECOLOGÍA NACIENTE
Por su parte, Marc Levatois, profesor del Instituto Catholique d’Etudes Supérieures (ICES), ha abordado la aparición de una ecología naciente en la segunda mitad del siglo XIX, que se ha impuesto a partir de los diseños de Haeckel (1834 -1919) en Alemania.
El hecho está más matizado en Francia desde la obra de Vidal de La Blanche, más inspirada en el enfoque ecológico de los geobotánicos Warming y Schimper.
En este punto, el experto ha afirmado que la geografía podía entonces ser considerada como una ecología humana, y que “esta apropiación del modelo ecológico en la explicación del mundo por la geografía sirve también como aval científico, en una época marcada por el racionalismo”.
Este paradigma ecológico de la explicación de la relación entre el hombre y su entorno se mantuvo fuerte en Francia hasta mediados del siglo XX, con estudios centrados en las zonas rurales.
Según Marc Levatois, desde hace unos treinta años, “el auge de la prevención de riesgos naturales en la planificación, pero también lo que supone el concepto de desarrollo sostenible de articulación entre el medio natural y las sociedades, ha llevado a los geógrafos a retomar el hilo conductor de la relación de las sociedades con su medio natural”.
Al mismo tiempo, “ciertos excesos anti-humanistas del movimiento ecologista, especialmente ligados a la ecología profunda, han mostrado el interés de no olvidar al hombre. Entonces se podría avanzar en el proyecto de una nueva ecología humana”.
Para finalizar el congreso, Emmanuel Brochier, decano y director de las Facultades Libres de Filosofía y Psicología (París), ha abordado el eclipse de la filosofía de la naturaleza como fuente de la crisis ecológica.
En esta ponencia, se ha hecho referencia a ‘las raíces históricas de la crisis ecológica (1967)’ de Laudato Si, donde el cristianismo está particularmente implicado.
De esta manera, se ha preguntado si la respuesta a la crisis no pasa por su rehabilitación.
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