MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
Un estudio de la Universidad de Rutgers (Estados Unidos) ha advertido de que los envases de especias tienen un riesgo de contaminación cruzada, es decir, el proceso por el que los microbios se transfieren de una sustancia u objeto a otro durante la preparación de alimentos.
En su investigación, publicada en la revista científica ‘Journal of Food Protection’, los autores advierten de que los recipientes de especias pueden contaminarse fácilmente con microorganismos peligrosos para la salud.
“Además de las superficies más obvias, como las tablas de cortar, las tapas de los cubos de basura y los tiradores de los frigoríficos, aquí hay algo más a lo que hay que prestar atención cuando se trata de estar limpio e higiénico en la cocina. Nuestra investigación muestra que cualquier recipiente de especias que toques cuando prepares carne cruda podría contaminarse de forma cruzada. Deberás ser consciente de ello durante o después de la preparación de la comida”, ha apuntado Donald Schaffner, líder del estudio, que fue encargado por el Servicio de Inspección y Seguridad Alimentaria del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés).
Las enfermedades transmitidas por los alimentos, como la ‘Salmonella’ no tifoidea y el ‘Campylobacter’, son responsables de casi dos millones de infecciones al año en Estados Unidos, según estudios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés).
Una parte importante de esas enfermedades procede de productos alimentarios como el pollo, el pavo, la ternera, el cerdo y animales de caza. La manipulación adecuada de los alimentos, incluyendo la cocción adecuada, el lavado de manos constante y la desinfección de las superficies y utensilios de cocina, puede combatir la contaminación cruzada.
El objetivo de este estudio era determinar la prevalencia y el grado de contaminación cruzada en diversas superficies de la cocina durante la preparación de una comida por parte de los consumidores.
Los investigadores supervisaron el comportamiento de 371 adultos que cocinaban una receta idéntica de hamburguesas de pavo en varias cocinas de distintos tamaños, desde pequeñas cocinas tipo apartamento hasta cocinas de enseñanza más grandes, en centros de extensión y bancos de alimentos.
Los participantes prepararon una comida consistente en hamburguesas crudas de pavo molido con una receta de condimento, junto con una ensalada preenvasada. Para simular el movimiento de un patógeno por una cocina, los investigadores inocularon la carne con antelación con un bacteriófago conocido como ‘MS2’ para que sirviera de rastreador seguro. Los bacteriófagos son virus que infectan a las bacterias y no tienen ningún efecto en los seres humanos.
No se informó a los participantes de que los investigadores iban a examinar su comportamiento en materia de seguridad alimentaria hasta después de haber preparado la comida. Una vez preparada la comida, los investigadores tomaron muestras de los utensilios de cocina, las zonas de limpieza y las superficies de la cocina para comprobar la presencia del trazador ‘MS2’.
Basándose en las observaciones del comportamiento de los participantes durante la cocción, los investigadores decidieron tomar muestras de algunas nuevas categorías de superficies, como los recipientes de especias y los mangos de los grifos del fregadero.
Los investigadores descubrieron que los objetos contaminados con mayor frecuencia eran los recipientes de especias, ya que cerca del 48 por ciento de las muestras mostraban indicios de contaminación por ‘MS2’.
Esta prevalencia de la contaminación era significativamente diferente a la de muchas otras superficies muestreadas. Las tablas de cortar y las tapas de los cubos de basura ocupaban el segundo y tercer lugar en cuanto a contaminación. Los mangos de los grifos fueron el objeto menos contaminado estudiado.
“Nos sorprendió porque no habíamos visto antes pruebas de contaminación de envases de especias. La mayoría de las investigaciones sobre la contaminación cruzada de las superficies de la cocina debido a la manipulación de productos cárnicos o avícolas crudos se han centrado en las tablas de cortar de la cocina o en los mangos de los grifos y han dejado de lado superficies como los envases de especias, las tapas de los cubos de basura y otros utensilios de cocina. Esto hace que este estudio y otros similares de miembros de este grupo sean más completos que los anteriores”, ha remachado Schaffner.
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