BERLÍN, 22 (DPA/EP)
Miles de personas se han manifestado este sábado en varias ciudades de Alemania para pedir al Gobierno y sus compatriotas gestos a favor de la seguridad y la solidaridad energética para los más favorecidos ante la llegada del invierno en plena guerra entre Ucrania y Rusia.
A partir de la consigna “Otoño solidario: lograr la sociedad social y acelerar el cambio energético”, los organizadores reclaman ayudas dirigidas a personas con pocos recursos, una redistribución a partir de impuestos para ricos y al mismo tiempo un cambio energético más consecuente.
Según dieron a conocer los organizadores, unas 24.000 personas salieron a las calles en Berlín, Dusseldorf, Dresde, Fráncfort, Hannover y Stuttgart. La Policía, por su parte, estimó que la cifra fue más baja.
La convocatoria fue realizada por una alianza de izquierda conformada por sindicatos, grupos defensores del medioambiente y asociaciones sociales.
La Policía se refirió a una situación “tranquila y distendida” en Berlín, y estimó la cifra de participantes en menos de 1.800. Los organizadores, por su parte, calcularon esta tarde unos 6.000 asistentes.
Previamente, se esperaba la concurrencia de unas 20.000 personas. Numerosos políticos de izquierda tomaron parte en la marcha de protesta, como la titular de Integración, Trabajo y Asuntos Sociales del Gobierno local de Berlín, Katja Kipping, y sus colegas de Justicia, Lena Kreck, y Cultura, Klaus Lederer.
La alianza convocante contabilizó 2.000 participantes en Dresde. Sylvia Buehler, miembro de la Junta Directiva del sindicato Verdi, comentó en la manifestación en esa ciudad oriental germana que existe una gigantesca preocupación por las personas que ya no pueden pagar los precios horrorosamente al alza de alimentos y energía.
En tanto, Sebastian Wegner, director ejecutivo de la organización social Volkssolidarität, reclamó un “paraguas protector para la previsión de asistencia social, para proteger también las instituciones sociales”.
A esta alianza pertenecen las redes Campact y Attac, las asociaciones ecologistas Bund y Greenpeace y el movimiento ciudadano Finanzwende, así como los sindicatos Verdi y GEW.
Marissa Reiserer, experta de Greenpeace en tráfico y clima, ha considerado que el cambio energético y la justicia social van juntos de la mano.
“Si ahora trabajamos juntos para financiar el desarrollo de las energías renovables, la movilidad para todos y la asistencia energética de emergencia para cada uno que la necesite, juntos daremos el pistoletazo de salida hacia una sociedad justa y segura”, ha subrayado
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