MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
Los ingresos de las empresas de trabajo temporal (ETT) se reducirán en 2022 por el impacto de la reforma laboral tras dispararse en 2021 un 18,3%, hasta los 5.650 millones de euros, superando cifras prepandemia, según un estudio del Observatorio Sectorial DBK de Informa, filial de Cesce.
Tras el desplome sufrido en 2020 por la llegada del Covid, el número de contratos de puesta a disposición de las ETT subió en 2021 un 19,1%, hasta alcanzar los 4,07 millones, de los que el 62,2% fueron contratos vinculados a circunstancias de la producción, que aumentaron un 22,1% respecto al año anterior.
El número de contratos firmados por obra o servicio creció un 14,8% el año pasado, representando el 36,6% del total. El resto correspondió a contratos vinculados a interinidad (1,2%) y a contratos de formación, aprendizaje y prácticas, con una participación no demasiado significativa.
No obstante, el estudio advierte de que el impacto de la entrada en vigor de la nueva reforma laboral en la actividad de las ETT “permite anticipar caídas tanto del número de contratos como de la facturación sectorial al cierre de 2022”.
La reforma laboral estableció un nuevo marco de contratación, en vigor desde finales del pasado mes de marzo, por el que se determina que el contrato de trabajo ordinario es el indefinido, de forma que sólo pueden hacerse contratos temporales con causas muy tasadas: por circunstancias de la producción y por sustitución de otro trabajador con reserva de puesto de trabajo.
Los contratos de obra o servicio y los eventuales por circunstancias de la producción celebrados entre el 31 de diciembre de 2021 y hasta el 30 de marzo de este año sólo podían tener una duración máxima de seis meses, por lo que, como mucho, su duración finalizó el pasado mes de septiembre.
En el caso de haberse celebrado antes del 31 de diciembre del año pasado, estos contratos, así como los contratos fijos de obra de la construcción, resultarán de aplicación hasta su duración máxima. De esta forma, la reforma laboral acabará por expulsar de la legislación laboral el contrato por obra o servicio.
Además, en este nuevo marco, el contrato de obra en la construcción pasará a ser indefinido y cuando finalicen las tareas de la obra para la que ha sido contratado un trabajador, la empresa tendrá que recolocarle en otra obra o formarle.
Debido al impacto de la reforma laboral, Informa cree que las ETT llevarán a cabo otras estrategias, “como la generación de mayor valor añadido en su oferta mediante el desarrollo de otras áreas relacionadas con los recursos humanos, además de la actividad de agencia de colocación, que cuenta todavía con un amplio potencial de desarrollo en el ámbito de la colaboración público-privada”.
A junio de 2022, el número de ETT autorizadas ascendía a 242, doce menos de las que había a cierre de diciembre y 20 menos que las existentes a finales de 2019.
Según Informa, existe un “alto grado” de concentración en el sector de la ETT por el gran tamaño alcanzado por los operadores líderes, en algunos casos como consecuencia de adquisiciones y fusiones de empresas. En 2021 las cinco primeras ETT concentraron de forma conjunta el 52% del valor total del mercado.
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