MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
Los expertos de la plataforma digital para la mejora del hogar habitissimo ofrecieron claves este martes para detectar qué se puede reformar o actualizar en una vivienda según su antigüedad.
A continuación, recordaron que el parque inmobiliario español puede considerarse antiguo al tener 45 años de media.
Además, el precio de la obra nueva y otros factores como la falta de espacio en el centro de las ciudades para nuevas construcciones han propiciado que cada vez sean más los que apuestan por invertir en viviendas antiguas y reformarlas.
A esto hay que sumarle, según indicaron, que muchas veces los propietarios desconocen cuáles son las partes de la vivienda que necesitan ser revisadas y cuáles pueden requerir una pequeña renovación.
Así, en primer lugar, los expertos incidieron en la importancia que la instalación eléctrica tiene en la vivienda ya que, si la vivienda es anterior a 1973, es probable que no cuente con la seguridad adecuada, pues hasta entonces no existía ninguna regulación específica que lo vigilase”, explicaron.
En concreto, entre los problemas eléctricos a los que nos podemos enfrentar en una vivienda antigua están los sistemas inadecuados y sobrecargados, los recubrimientos de paredes y techo que esconden cableados inseguros, ampliaciones de circuitos eléctricos o reparaciones mal hechas. “Incluso se pueden encontrar viviendas con una falta de instalación a tierra”.
Por otro lado, destacaron la fontanería como otro de los puntos importantes a valorar a la hora de reformar una vivienda, pues hasta casi finales de la década de los setenta, las instalaciones se hacían con tuberías de plomo, “algo impensable actualmente dada su composición tóxica, especialmente para las mujeres embarazadas”, subrayaron.
También señalaron que en la década de los ochenta se empezaron a utilizar otros materiales como hierro o cobre y actualmente las tuberías que se recomiendan son las multicapa.
Asimismo, aconsejaron prestar atención las ventanas de la vivienda, ya que unas ventanas, sin fisuras ni filtraciones y que sean capaces de aislar bien, pueden mejorar la eficiencia de la calefacción y el aire acondicionado.
En cuanto a las viviendas construidas a principios del siglo XXI, los expertos advirtieron de que tienen una antigüedad que, si bien no debería presentar ningún riesgo para la seguridad, si puede llevar a los propietarios a valorar algunas intervenciones menos costosas, pero que pueden ayudarnos a renovar el hogar.
En este sentido, apuntaron que los cambios en la forma de vida, como la implantación del teletrabajo, “pueden propiciar que sea un buen momento para buscar o habilitar un espacio en la vivienda destinado a este fin”.
Por último, sostuvieron que “dar un giro” a la decoración o al estilo de la vivienda con muebles blancos y de madera; y un estilo más “minimalistas” es, a su juicio, otra forma de renovar la casa sin grandes intervenciones.
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