MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
Las fumadoras embarazadas redujeron su hábito de fumar en un promedio de un cigarrillo por día antes de darse cuenta de que estaban embarazadas; y, al mes posterior de enterarse, las participantes redujeron el consumo de tabaco en otros cuatro cigarrillos por día, según señala un nuevo estudio de Northwestern Medicine en EEUU en más de 400 mujeres embarazadas.
“Nuestros hallazgos sugieren que el embarazo podría frenar el deseo de fumar de las fumadoras incluso antes de que sean conscientes de haber concebido”, señala la autora principal e investigadora principal del estudio, la doctora Suena Huang Massey, profesora asociada de psiquiatría y ciencias del comportamiento y ciencias sociales médicas en Northwestern University Feinberg School of Medicine y un psiquiatra de Northwestern Medicine.
“Si bien el reconocimiento del embarazo es una motivación común para reducir o dejar de fumar, si los procesos biológicos en el embarazo temprano también están involucrados como sugiere este estudio, identificar con precisión cuáles son estos procesos puede conducir al desarrollo de nuevos medicamentos para dejar de fumar”, añade.
El estudio, que ha sido publicado en ‘Addiction Biology’, examina el impacto del embarazo en el comportamiento de fumar de una persona. Los investigadores recuerdan que la gran mayoría de las investigaciones en este campo se centran en el impacto del hábito de fumar de una persona en el embarazo y el bebé. Si bien la reducción del tabaquismo durante el embarazo está bien establecida, ningún estudio previo ha determinado con precisión cuándo comienza la reducción del tabaquismo durante el embarazo.
Antes de este artículo, señala Massey, “se suponía en gran medida que lo único que provocaba que las fumadoras embarazadas dejaran de fumar era el deseo de proteger al bebé”. “Si bien nuestro estudio respalda el descubrimiento del embarazo como un evento destacado, los niveles de tabaquismo durante el embarazo comenzaron a disminuir antes de que las fumadoras sospecharan que estaban embarazadas”, añade.
Estos hallazgos respaldan una nueva línea de investigación sobre lo que sucede biológicamente durante el embarazo que podría estar interrumpiendo los comportamientos adictivos. Su esperanza es que la respuesta a esta pregunta conduzca al descubrimiento de formas nuevas y mejoradas para tratar la adicción.
La duda está en si las hormonas del embarazo pueden ser un factor contribuyente. La gonadotropina coriónica humana (hCG) es una hormona producida por la placenta al principio del embarazo que está relacionada con las náuseas matutinas (náuseas y vómitos durante el embarazo).
“Sorprendentemente, observamos las disminuciones más pronunciadas en el tabaquismo precisamente cuando los niveles de hCG suelen alcanzar su punto máximo, entre las cinco y las 10 semanas de embarazo. Además, las fumadoras embarazadas que no dejan de fumar durante el primer trimestre (cuando los niveles de hCG son elevados) es poco probable que dejen de fumar antes del parto, incluso con la ayuda de medicamentos o incentivos financieros”, advierte al respecto.
Los científicos estimaron los cambios en los cigarrillos por día fumados, informados retrospectivamente, por 416 participantes de dos cohortes independientes (145 personas del Medio Oeste de EEUU. reclutadas entre 2000 y 2005 y 271 del Atlántico Medio de EEUU). Todas las participantes eran fumadoras antes de quedarse embarazada. Se entrevistó a las mujeres del estudio sobre sus hábitos de fumar a las 16 semanas de embarazo y se les proporcionaron muestras de orina para que los investigadores pudieran verificar sus informes.
En promedio, los participantes fumaban unos 10 cigarrillos al día antes de la concepción. Entre la concepción y la fecha en que se dieron cuenta de que estaban embarazadas (muy variable y reportada por cada participante), el tabaquismo disminuyó en un promedio de un cigarrillo por día. En el mes posterior al reconocimiento del embarazo, el tabaquismo se redujo de un promedio de nueve cigarrillos por día a cinco.
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