MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha asegurado que los presidentes de Rusia y Ucrania tienen una disposición “manifestada” de aceptar el establecimiento de una zona de protección entorno a la central nuclear de Zaporiyia.
Según el director del OIEA, Vladimir Putin y Volodimir Zelenski, los mandatarios de Rusia y Ucrania, respectivamente, están dispuestos a llegar a un acuerdo mediado por el organismo en aras de asegurar que la mayor central nuclear de Europa deje de estar “en una situación tan precaria”, según ha dicho Grossi en una entrevista con el diario ‘La Nación’.
“Hay una disposición que es para mí, manifestada por ambos líderes, que es la de trabajar conmigo, con el OIEA, y aceptar que el establecimiento de esta zona de protección es un objetivo factible. Sino, me dirían ‘no pierda el tiempo, no estoy de acuerdo, no se puede'”, ha aseverado el secretario general del organismo.
En este sentido, Grossi ha subrayado la importancia de llegar a un acuerdo en un momento en el que las tropas ucranianas están llevando a cabo “una contraofensiva importante” y en el que las fuerzas rusas están tratando de tomar medidas para fechar dicha contraofensiva.
“Con un incremento de los intercambios armados, la posibilidad de un accidente en la central nuclear también sube. Por lo tanto, insisto aún más en la necesidad de lograr ese acuerdo”, ha agregado el director del organismo atómico.
Preguntado sobre las demandas de ambas partes para establecer una zona de protección alrededor de la central, Grossi ha sostenido no poder relatar las peticiones tanto de Rusia como de Ucrania, aunque ha adelantado que ambos países se han comprometido a no disparar sobre la central nuclear o de no afectarla en su estructura periférica.
“PRECARIEDAD” EN LA CENTRAL NUCLEAR DE ZAPORIYIA
El director general del OIEA ha advertido de que el peligro “es muy real” en la central nuclear de Zaporiyia, calificando la situación de la misma como de “enorme precariedad”.
“El peligro es muy real. Yo evalúo las cosas respecto a los informes de mis inspectores. Una de las cosas más importantes que logró el organismo después de mi visita fue la de establecer una misión permanente de observadores en la planta y esto es crucial porque también en una guerra las narrativas son contradictorias”, ha dicho Grossi.
No obstante, ha confesado que la situación no es peor que antes de la intervención del OIEA, pero que sí sigue siendo “igual de mala”, según ha detallado a ‘La Nación’.
Respondiendo a la posibilidad de que se repita un incidente como el accidente en la central nuclear de Chernóbil, Grossi ha especificado que depende del número de reactores que dejen de recibir aprovisionamiento eléctrico.
“En este caso se trata de centrales mucho más seguras, que no presentan todas esas características. Sin embargo, si las centrales dejaran de recibir el aprovisionamiento eléctrico, todo su enfriamiento se interrumpiría. Y eso puede llevar al famoso ‘meltdown’. Es decir, al derretimiento del núcleo del reactor, con la obvia liberación de radiación en el medio ambiente”, ha explicado.
“La cantidad dependería de cuántas centrales, porque son seis. Y además de eso tienes que sumarle el combustible usado que está ahí en depósitos, que podría ser objeto también de un ataque. Con esto a lo que voy es que las posibilidades de riesgo son múltiples”, ha añadido Grossi.
Con todo, el director general del OIEA ha descartado el uso de Rusia de sus armas nucleares contra Ucrania, recordando que la doctrina del Kremlin permite usar este tipo de armamento solo en el caso de ser atacados por un arma nuclear o en el que se ponga en riesgo la existencia misma del Estado.
“Esta es una guerra en curso, pero al día de hoy no veo esa configuración de factores. Aunque evidentemente el riesgo no podría excluirse completamente”, ha especificado.
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