Las mejoras permitirán ahorrar unos 250.000 euros al año en adquisición de nuevas prendas
MURCIA, 17 (EUROPA PRESS)
La Consejería de Salud, a través del Servicio Murciano de Salud, ha renovado la tecnología de la lavandería del hospital clínico universitario Virgen de la Arrixaca con una inversión de 3,6 millones de euros. Desde esta unidad se presta servicio a las áreas de salud I-Arrixaca, VI-Morales Meseguer y IV-Caravaca de la Cruz, además de al 061.
Esta unidad realiza el lavado de una media diaria de 8.500 kilos de ropa (entre uniformidad y lencería) y cuenta con un equipo de 78 trabajadores, entre personal celador, de lavandería, de planchado, de costura, de mantenimiento y auxiliares de servicio, según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
El consejero de Salud, Juan José Pedreño, ha visitado este lunes sus instalaciones y destacó el “avance cualitativo y cuantitativo de las condiciones de trabajo, además de la sostenibilidad medioambiental y la productividad de la lavandería, así como la calidad higiénico-sanitaria de las prendas para los usuarios”.
Además, Pedreño ha adelantado que “para completar la renovación total de la maquinaria e instalaciones, está en estudio una nueva fase de intervención de esta lavandería centralizada”.
El consejero ha añadido que “la mejora en la calidad y eficiencia del proceso asociada a la renovación del equipamiento es ya palpable, dado que el porcentaje de ropa que debe ser reprocesada o eliminada por deterioro ha generado un ahorro asociado a la mayor durabilidad de la ropa de 250.000 euros al año, solo considerando la reducción del gasto en adquisición de prendas”.
La inversión realizada en este servicio se ha ejecutado en dos fases. La segunda, que acaba de culminar, se ha centrado en el equipamiento de tratamiento de ropa limpia (secado, planchado y plegado), con la sustitución de todas las secadoras, la incorporación de otra secadora -planchadora, desliadoras automáticas, un novedoso túnel de secado, planchado y doblado de uniformes y pijamas- y mejoras en el sistema de transporte neumático de la ropa sucia desde los distintos puntos del centro.
En la primera, llevada a cabo en 2020, se renovó principalmente el equipamiento. Así, se sustituyeron el túnel principal de lavado, dos lavadoras de barrera sanitaria (con entrada y salida de ropa diferenciada), varias secadoras y una de las líneas de planchado y acabado de ropa cama.
Todo el equipamiento incorpora sistemas de información que permiten el control, registro y trazabilidad de cada fase y de la calidad del proceso.
MEJORA DE LA EFICIENCIA
Los proyectos ejecutados suponen la actualización a gran escala de la lavandería, dado que los equipos anteriores se encontraban en un alto grado de obsolescencia, con más de 20 años de funcionamiento. Por ello, además de incrementar la capacidad de producción, se mejora la eficiencia en todas las fases, ya que se han automatizado tareas que anteriormente se realizaban a mano, con una alta carga física para los empleados.
Al tiempo, se reducen tareas repetitivas, se libera tiempo de trabajo que se podrá destinar a reorganizar circuitos y emprender mejoras en la calidad del acabado de las prendas. También, se ha reducido notablemente la exposición al ruido y a las altas temperaturas, lo que se traduce en una mejora en las condiciones laborales y ergonomía de los puestos.
En el plano medioambiental, las ventajas son destacables por una mayor eficiencia hídrica, al emplear sistemas de reutilización del agua de proceso, y energética, gracias a la recuperación de calor, la calidad del aislamiento de las máquinas y su alta eficiencia respecto a los instalados hace décadas. También es relevante la capacidad que otorgan los nuevos sistemas para acortar ciclos de lavado, adaptar los niveles de agua y la dosificación exacta de productos químicos.
Todo ello ha permitido reducir la huella de carbono del servicio de lavandería en un 24 por ciento.
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