ROMA, 14 (EUROPA PRESS)
El secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John, ha instado abordar la “injusticia alimentaria” apoyando la agricultura a pequeña escala tras denunciar que la producción mundial de alimentos se ha visto afectada por la emergencia climática, el impacto de la COVID-19 y los conflictos bélicos.
“Este Día Mundial de la Alimentación 2022, que se celebra el 16 de octubre, está marcado por la guerra en Ucrania, que ha contribuido a la convulsión de los mercados mundiales de alimentos y energía, y el aumento de los precios de los alimentos y el combustible, lo que hará que millones de personas corran el riesgo de pasar hambre en todo el mundo”, ha afirmado John.
Caritas Internationalis ha denunciado que, además de las regiones que tradicionalmente han sido golpeadas por el hambre y la inseguridad alimentaria, como Afganistán, Siria y Yemen, las regiones del Sahel y el Cuerno de África, las más afectadas con 21 millones de personas en riesgo de morir de inanición, están Etiopía, Kenia y Somalia que sufren altos niveles de inseguridad alimentaria aguda y malnutrición.
Para la organización de la Iglesia católica, esto es también el resultado de la dependencia de los alimentos importados y de la agricultura industrial con insumos químicos y de la escasa participación de los agricultores en la cadena de suministro de alimentos.
“Es una paradoja que, en nuestro opulento mundo globalizado, cuatro de cada diez personas no puedan permitirse una alimentación sana. La grave crisis alimentaria actual no puede ser abordada únicamente por la agricultura industrial. Tenemos que dejar de centrarnos en la eficiencia y la maximización de los beneficios en el sistema alimentario y centrarnos, en cambio, en el sostenimiento de los sistemas alimentarios locales, que mediante semillas diversificadas, tienen la capacidad de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional”, ha afirmado John.
En todo el mundo, las organizaciones de Cáritas implementan programas para aumentar la resiliencia de las comunidades, adoptar innovaciones impulsadas localmente, basadas en el conocimiento indígena, y apoyar a los pequeños agricultores. En la India y Níger, por ejemplo, las comunidades locales que trabajan con Caritas están maximizando el uso de los recursos disponibles localmente, como los fertilizantes agrícolas y los pesticidas botánicos, con el fin de mejorar los nutrientes del suelo y contribuir a la mitigación del cambio climático, según explica la organización. Estos programas incluyen técnicas y sistemas agrícolas basados en la agroecología, que integra las necesidades de la producción agrícola con el principio de la preservación del medio ambiente.
Caritas Internationalis ha pedido a la comunidad internacional y a los responsables de las políticas públicas que garanticen mayores esfuerzos para apoyar nuevas formas de agricultura a pequeña escala, crear cooperativas sociales de alimentos y permitir a los pequeños agricultores cultivar sus tierras. Esto significa un cambio en los proyectos de desarrollo agrícola, centrándose en la gestión de las cuencas hidrográficas y el acceso a materiales agrícolas sostenibles.
“Si no tomamos medidas ahora, un porcentaje cada vez mayor de la población mundial está destinado a padecer hambre. La injusticia alimentaria debe ser abordada inmediatamente al más alto nivel. La producción de alimentos debe estar desprovista de intereses políticos y creados, y ser vista como un bien común para la humanidad”, ha concluido John.
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