MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
La COVID-19 y la crisis de la deuda, ahora agravada por las consecuencias de la guerra en Ucrania, han creado un revés sin precedentes en la salud mundial y han puesto en peligro la respuesta mundial al sida, con el riesgo de 7,7 millones de muertes por causas relacionadas con el sida para 2030, según un nuevo informe de ONUSIDA.
El informe, ‘A Pandemic Triad’, muestra que la crisis de la deuda y la guerra en Ucrania han profundizado la crisis fiscal de los países en desarrollo, socavando gravemente su capacidad para invertir en salud. También muestra que los países más afectados en términos económicos por el COVID-19 son los países más endeudados; también son los países más afectados por el VIH.
“El sistema multilateral no puede volver a fallar. La respuesta a la COVID fue dramáticamente inadecuada, desde una vacunación muy limitada en los países en desarrollo hasta la ausencia de un alivio permanente de la deuda y la escasez de recursos frescos en países con graves problemas sociales y de salud; esta vez no puede haber errores”, ha señalado Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
El Banco Mundial pronostica que, sin siquiera incluir las últimas cifras, 110 países tendrán un gasto en salud en 2027, ya sea por debajo de los niveles de 2019 o ligeramente por encima, con solo 67 países superando los niveles de inversión en salud anteriores a la COVID-19 de 2019.
Los datos de 2020 muestran que hubo un aumento temporal en el gasto en salud, pero se centró predominantemente en la emergencia de COVID, dejando atrás otras prioridades de salud. Las últimas previsiones del FMI predicen un crecimiento económico más lento, una inflación más alta y un empeoramiento de los riesgos de la deuda, lo que deja las inversiones en salud y VIH bajo una grave amenaza.
“Necesitamos una respuesta multilateral valiente que permita a los países en desarrollo responder a las pandemias actuales y prevenir futuras, al mismo tiempo que abordan las crisis alimentarias urgentes”, señala Byanyima.
‘A Pandemic Triad’ muestra que de los 38 millones de personas que se estima que viven con el VIH, 26 millones están en países en desarrollo y dos tercios están en países que no recibieron ningún alivio de la deuda en absoluto a pesar de la profunda crisis económica y de salud provocada por COVID.
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