OVIEDO, 13 (EUROPA PRESS)
El Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha llegado, con datos acumulados a cierre de la nómina de septiembre, a 14.410 hogares y a un total de 33.362 personas en el Principado de Asturias desde su puesta en marcha en junio de 2020.
Son datos del Instituto Nacional de la Seguridad Social, que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones publicará con regularidad a partir de este mes de octubre y que desglosan el conjunto de hogares, por tipo, número de titulares y beneficiarios de la prestación por sexo, Comunidad Autónoma y provincia.
En concreto, de los 14.410 expedientes aprobados en Asturias, 9.518 de los titulares son mujeres y 4.892 son hombres. En cuanto a los 33.362 beneficiarios, 20.465 son adultos y 11.897 menores y, por sexos, 18.477 son mujeres y 13.883 hombres.
Además, el Principado de Asturias registra 6.380 prestaciones con complemento ayuda infancia.
DATOS NACIONALES
A nivel nacional, el IMV ha llegado, con datos acumulados a cierre de la nómina de septiembre, a 509.574 hogares y a un total de 1.406.850 personas desde su puesta en marcha en junio de 2020.
Estas cifras acumuladas muestran que dos de cada tres titulares de la prestación son mujeres (338.982, frente a 170.592 hombres), y en total la prestación ha llegado a más mujeres (767.709) que a hombres (638.881). Un 42,4% de los beneficiarios son menores (597.179).
Por tipo de hogar, son mayoría aquellos en los que al menos un menor figura entre los beneficiarios (el 64,2% del total, 327.398 hogares) y son ya 272.913 prestaciones las que reciben el Complemento de Ayuda a la Infancia, una ayuda de 100 euros por hogar al mes en el caso de niños de 0 a 3 años; de 70 euros al mes por cada niño entre 3 y 6 años y de 50 euros al mes por cada menor de entre 6 y 18 años que entró en vigor el pasado 1 de enero.
El IMV es una prestación viva. El pasado 27 de septiembre, el Consejo de Ministros aprobó el ‘Real Decreto por el que se regula la compatibilidad del Ingreso Mínimo Vital con los ingresos procedentes de rentas del trabajo o de la actividad económica por cuenta propia con el fin de mejorar las oportunidades reales de inclusión social y laboral de las personas beneficiarias de la prestación’, que incentivará a los perceptores a conseguir empleo o –en el caso de ya tenerlo– a aumentar el número de horas trabajadas garantizando que su renta disponible será siempre superior a la que tendrían si no hubiesen dado ese paso.
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