MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
El precio de los alimentos en el mundo se incrementó un 14% en 2021, un crecimiento que ha sido especialmente acusado en los países más pobres, especialmente en los que dependen más de las importaciones o se ven afectados por el cambio climático, en comparación con los Estados más desarrollados.
Así lo recoge el informe ‘Price Shocks’ (‘El impacto de los precios’, en español), elaborado por la ONG World Vision con motivo del Día Mundial de la Alimentación que se conmemora este domingo, y cuyos resultados se publicaron este jueves.
El trabajo atestigua que los precios de los alimentos han aumentado en los últimos años en todo el mundo, una tendencia que se ha puesto de manifiesto en toda su crudeza con motivo de la “triple crisis” provocada por la pandemia, los conflictos y el cambio climático.
La directora de respuesta a la Crisis de Hambre de World Vision, Mary Njeri, alertó de “las consecuencias potencialmente mortales” de esta realidad, que se traduce en el hecho de que “casi 50 millones de menores están ahora tan delgados para su estatura que corren riesgo de muerte” o que haya crecido en un 25% el número de personas con hambre aguda.
El estudio pone de manifiesto que en 2021 se produjo un incremento del 14% en el precio de los alimentos, habiendo sido las subidas especialmente acusadas en algunos de los países más pobres, especialmente en aquellos más dependientes de las importanciones y en los más vulnerables al cambio climático.
En cifras, mientras que en España el alza fue del 6%, en Sudán lo fue del 143%; en Etiopía, del 42%, y en Angola, un 33%; mientras que en las Islas Salomón los precios del arroz y de los lácteos se triplicaron en el último año.
Esto provoca que un total de 345 millones de niños y familias sufran hambre aguda en el mundo, una situación que es más dramática para los menores que viven en zonas de conflicto, que tienen dos veces más probabilidades de estar desnutridos.
Volviendo a la comparación con España, mientras que un español tiene que trabajar 4,2 horas para reunir el dinero suficiente para comprar productos básicos, una persona en República Democrática del Congo necesitaría trabajar 17,2 días para permitirse la misma cantidad de comida.
Por ello, Mary Njeri reclamó “voluntad política” para acabar con los conflictos y abordar el desafío que representa el cambio climático, puesto que, a pesar de que “siempre decimos que nunca más, las familias están actualmente al borde de una crisis devastadora, y, no nos equivoquemos, a menos que actuemos ya, miles de niños y niñas morirán de hambre”.
Por último, advirtió de que “hay suficiente dinero y alimentos en el mundo”, por lo que “ningún niño debería pasar hambre el siglo XXI. Debemos actuar ya”.
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