Recuerdan a la Junta la figura “obligatoria” del coordinador de bienestar en los centros
VALLADOLID, 13 (EUROPA PRESS)
La Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras Castilla y León ha publicado una guía destinada a docentes de la comunidad para que puedan prevenir, identificar y actuar ante situaciones de ideas suicidas en población escolar, un “problema de salud pública” que si bien no hay datos oficiales específicos para este tramo de edad se observa que ha aumentado su incidencia en los últimos años.
La secretaria general de esta Federación en Castilla y León, Elena Calderón, y el responsable de Juventud en la misma, Juan Carlos García, han presentado esta guía específica que va más allá del documento que hace unas semanas presentó la Junta, administración a la que reprochan que “no se ha tomado el serio el problema” porque no ha dado formación sobre estas situaciones a los docentes.
Como ha recalcado Calderón, el suicidio en la población escolar, que se da principalmente en la franja de edad entre los diez y los 19 años, es ya “un problema de salud pública” y “la primera causa de muerte no natural entre los jóvenes, por delante de los accidentes de tráfico”.
Elena Calderón ha añadido otro dato que es que uno de cada ocho alumnos de Castilla y León “tiene problemas y están diagnosticados”. “En los centros educativos cada vez son mayores este tipo de problemas, tanto de ideas suicidas como de autolesiones, trastornos alimentarios, duelo o depresión”, ha detallado.
Pero, a juicio del responsable de Juventud la Junta “no se ha tomado en serio el problema” porque entiende que “si hubiera considerado el problema de la salud mental y del suicidio con la relevancia que tiene, habría dado la formación a los docentes y elaborado el material”. Ahora han tomado “cartas en el asunto” pero con una guía demasiado “genérica” y que “no ahonda en el aspecto educativo”.
FALTA DE DATOS SOBRE EL SUICIDIO
La responsable de la Federación ha advertido de que se siguen “ocultando los datos”, lo que contribuye a mantener un “estigma” sobre el suicidio porque no se le da visibilidad. “Sería importante que se desgranase el dato de suicidios en etapa escolar”, ha considerado.
El dato que existe en la comunidad es de población en general e indica que en 2021 un total de 228 fallecimientos tuvieron como causa el suicido en Castilla y León, pero en los datos del INE no se recogen cifras de muertes por autolisis en menores de 15 años.
De hecho, ha recordado que en una jornada que organizó CCOO en Salamanca el pasado mes de junio y en la que surgió la idea de elaborar esta guía se contó con el testimonio de un padre de un alumno que se había quitado la vida y que defendió que es necesario “hablar sobre ello” para no mantener esa “estigmatización”.
Más si cabe cuando, como han señalado los representantes de CCOO, “casi cualquier persona joven está familiarizada con algún caso de suicidio” en su entorno.
La importancia de este documento, según Calderón, es que los docentes actualmente pueden “intuir” que un alumno “está mal”, pero no tienen formación para actuar ante ello “y en los centros no hay recursos”. Por ello, esta guía se entiende que servirá de ayuda para poder prevenir o detectar y derivar los casos allí donde corresponda.
La guía, que está ya colgada en la página web de la Federación y que se hará llegar a los centros docentes, explica la problemática del suicidio, desmiente mitos y aporta tanto los factores de riesgo en el ámbito personal, familiar o escolar y social que pueden desencadenar primero en un problema de salud mental y en el peor de los casos acabar con el surgimiento de ideas suicidas.
“El suicidio es la última consecuencia de un montón de problemas. El 75 por ciento de los problemas de salud mental se detecta antes de los 18 años, por eso es tan importante el papel de los centros educativos”, ha detallado Juan Carlos García.
“Los problemas de salud mental no surgen de la noche a la mañana, tienen que ver con la estructura de la vida y la casuística de la persona afectada. No es casualidad que las personas de clases sociales más precarias tengan más problemas de salud mental”, ha señalado García.
Además, se indican los principales desencadentantes de esos problemas, como el acoso escolar, el ‘ciberbullying’, la excesiva competitividad e individualización en el ámbito escolar, los abusos sexuales o la precariedad en el trabajo juvenil.
A continuación se indican los factores de protección que pueden estar a disposición de los docentes, como en los que se puede trabajar con los alumnos o con las familias. Y también se recoge una guía de actuación, con las cosas que “no hay que hacer” y las que se pueden hacer, en lo que se incide mucho en la empatía, la importancia de expresar emociones, fomentar el contacto personal sano, y que los alumnos estén “acompañados” por al menos dos personas en todo momento.
Otro aspecto importante sería, como ha explicado Elena Calderón, que los centros educativos cuenten con la figura del ‘coordinador de bienestar’, que es algo “obligatorio” por Ley, pero “aquí la Consejería de Educación no sabía nada al inicio de curso y por lo tanto en los centros no existe tal figura”.
“Lo que no podemos en los centros es tratar, no somos especialistas y hay muy pocos equipos. Pero con esta guía el profesor puede tener alguna pista de lo que le puede pasar al alumno y a partir de ahí derivarlo”, ha señalado.
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