ALMERÍA, 12 (EUROPA PRESS)
‘El llamado de la bruja’ surgió gracias al rol de distintas personas que Meche encontró en el camino de su vida, de modo que gracias a las experiencias que compartieron con ella, así como las enseñanzas de su mentora Lupita, la autora decidió pasar a la acción usando sus cualidades en su beneficio propio.
Así lo ha trasladado la editorial Círculo Rojo en una nota, en la que apunta que la autora “descubrió que no estaba sola en un mundo en el que reina el desconocimiento, y quiso encender una luz en la oscuridad para que todos los que anden perdidos, como ella lo estuvo, puedan seguir el camino correcto”.
En este sentido, el sello de autoedición detalla que el proceso creativo “pasó por varias fases que terminaron en abandono, pasando desde la escritura a mano a la transcripción, teniendo la obra casi completa”. “No fue hasta que el manuscrito terminó en varias manos, que Meche encontró el momento idóneo para poner su punto y final, alentada por las buenas críticas de su historia”, han añadido.
La firma editorial asegura que “el lector va a encontrar mensajes que pueden aplicarse en diferentes contextos de la vida” de modo que “algunos serán directos y otros solo podrán ser decodificados por las personas que estén pasando por una situación específica y que requieran un abrazo fraterno”.
La publicación cuenta la historia de Meche, que es acechada por espíritus que le aterran durante su infancia, pero, por azares del destino, conocerá a Lupita, una misteriosa mujer que tiene la capacidad de comunicarse con seres sobrenaturales. Ella será su guía espiritual para lidiar con demonios, íncubos, fantasmas y otros seres que habitan en su mundo, pero que solo buscan establecer contacto con aquellos que perciben la luz o la oscuridad a la que pertenecen.
María Mercedes Ortiz González ‘Meche’ nació el 24 de septiembre de 1963 en Morelia Michoacán, México. Estudió la carrera de Actualización Computacional en el Centro de Computación de Atzcapotzalco, S.C.; lugar en el que concluyó sus estudios en 1982 y en el que más adelante impartió clases.
También trabajó en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, sin embargo, el destino la llevó a retomar un camino que había iniciado en su adolescencia y se adentró en el ocultismo, comenzando así su trayectoria como tarotista. En su curiosidad por las ramas que rigen esta práctica exploró diferentes caminos y tomó un curso básico de astrología, mismo que despertó en ella un gran interés por conocer los límites entre el ocultismo y la ciencia.
Tomó un diplomado de Tanatología, el cual la llevó a explorar los diferentes tipos de sufrimientos, tanto corporales, psicológicos y espirituales, y a su vez la motivó para buscar medios de sanación como las flores de Bach y el Teta Healing. Actualmente se dedica a la lectura de cartas y a plasmar sus memorias por medio de la escritura.
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