MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que los bancos centrales deben mantener su ritmo de subida tipos, incluso aunque el crecimiento económico se vea afectado, para devolver los precios a su objetivo, según se desprende de su ‘Informe sobre Estabilidad Financiera Global’, publicado este martes.
“Existe el riesgo de que las condiciones financieras se endurezcan mucho y que el crecimiento económico se ralentice más de lo esperado en los próximos meses, provocando demandas de una pausa en la normalización de la política [monetaria]”, ha indicado el Fondo en el documento.
“Las autoridades deberían estar prevenidas contra estas peticiones y considerar el despliegue de herramientas apropiadas en caso de una disfunción del mercado. Es crítico evitar un freno y reinicio de la senda de normalización de la política [monetaria] que pueda afectar a la estabilidad de precios y resultar en un endurecimiento desordenado de las condiciones financieras”, ha proseguido el FMI.
La institución multilateral considera, no obstante, que cierto nivel de endurecimiento de las condiciones financieras es “necesario” para resolver la inflación. Esto se debe a que, a pesar de que los bancos centrales no pueden actuar sobre las cadenas de suministro o sobre los problemas en los mercados de materias primas, si puede ralentizar la demanda para que no esté desequilibrada con la oferta.
“[Los bancos centrales] deben actuar con determinación para devolver la inflación al objetivo, evitando un desanclaje de las expectativas que dañaría la credibilidad construida durante las últimas décadas. Los banqueros centrales deben prestar atención a las lecciones del pasado: moverse demasiado despacio para frenar la inflación y restaurar la estabilidad de precios requiere de un endurecimiento posterior más costoso y entraña ajustes económicos dolorosos y disruptivos más tarde”, ha afirmado el organismo.
Pese a ello, el FMI también reconoce que es necesario que el endurecimiento de las condiciones financieras “sea calibrado con cuidado” para evitar que unas condiciones de mercado desordenadas pongan en riesgo la estabilidad financiera.
En todo caso, la firma con sede en Washington ha recordado que las perspectivas de estabilidad financiera a nivel global han empeorado en los últimos seis meses ante el alza de la inflación y sus consecuencias.
El Fondo ha alertado de que las vulnerabilidades financieras son “elevadas” en los sectores de emisores soberanos e instituciones financieras no bancarias, donde los mayores tipos de interés han generado estrés adicional. En el sector empresarial, las grandes compañías han visto reducidos sus márgenes por los mayores costes, mientras que entre las pymes han empezado las quiebras por el mayor coste de préstamo y el menor apoyo fiscal.
Respecto al sector financiero, un endurecimiento repentino de las condiciones de financiación que provoque una recesión en 2023 provocaría que el 29% de los bancos de mercados emergentes tengan problemas para cumplir sus requisitos de capital. La recuperación de esos colchones tendría un coste de 200.000 millones de dólares (cifra similar en euros).
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