La ONG recuerda que Riad prometió “poner fin a la pena de muerte en estos casos” y pide la conmutación de las sentencias
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Amnistía Internacional ha alertado este lunes de que tres jóvenes podrían ser ejecutados próximamente en Arabia Saudí a pesar de las garantías de las autoridades sobre el fin de los ajusticiamientos de personas condenadas por delitos cometidos cuando eran menores de edad.
La organización ha resaltado que las sentencias fueron ratificadas por un tribunal de apelaciones entre junio y octubre y ha denunciado que fueron juicios “marcadamente injustos”, por lo que ha pedido a Riad que conmute las condenas.
La Comisión de Derechos Humanos de Arabia Saudí anunció en febrero que las autoridades habían puesto fin a las ejecuciones de personas condenadas por “crímenes cometidas por menores” y resaltó que el resto de sentencias a muerte en estos casos habían sido conmutadas.
Así, la subdirectora de Amnistía Internacional para Oriente Próximo y Norte de África, Diana Semaan, ha manifestado que “condenar a muerte a personas por crímenes que tuvieron lugar cuando tenían menos de 18 años es una clara violación del Derecho Humanitario”.
“Las autoridades saudíes han prometido poner fin a la pena de muerte en estos casos, si bien la brutal realidad es que estos jóvenes se exponen a una existencia breve”, ha lamentado, antes de incidir en que el rey saudí, Salmán bin Abdulaziz, “no debe ratificar estas penas de muerte, debe detener inmediatamente todas las ejecuciones inminentes y ordenar la repetición de unos juicios que sean totalmente consistentes con los estándares internacionales de un juicio justo, sin recurrir a la pena de muerte”.
Las sentencias fueron ratificadas tres acusados, mientras que los procesos contra otras dos personas contra las que la Fiscalía ha reclamado la pena de muerte siguen activos. Todos ellos tenían entre catorce y 18 años cuando ocurrieron los hechos por los que fueron sentenciados.
Amnistía ha manifestado que cuatro de ellos pertenecen a la minoría chií y han sido condenados o acusados por cargos de terrorismo por su participación en protestas antigubernamentales o participar en los funerales de personas muertas a manos de las fuerzas de seguridad saudíes.
La ONG ha apuntado que los documentos que ha analizado demuestran que fueron sometidos a abusos durante su periodo en detención a la espera de juicio, incluido el encarcelamiento en aislamiento por periodos de hasta nueve meses y la negativa al acceso a un abogado.
Por otra parte, ha incidido en que los agentes acusados de haber cometido torturas o malos tratos para obtener “confesiones” de los acusados no han sido investigados y han añadido que en uno de los casos uno de los detenidos desarrolló una infección crónica en los genitales a causa de estas acciones.
Jalal Labad, uno de ellos, ha relatado ante el tribunal que sufrió “graves agresiones”, incluidos golpes en la cara, las piernas y los genitales. Así, dijo que los agentes siguieron órdenes del “investigador”, quien “les pidió que intensificaran las palizas y las torturas”, incluyendo el uso de electrocuciones.
En este sentido, Abdulá al Darazi reclamó un análisis médico independiente a causa de las dolencias que sufre a causa de la tortura, mientras que Abdulá al Huaiti se negó a firmar su testimonio argumentando que “todo lo que está en la ‘confesión’ no es cierto”. “Fui obligado a confesar tras recibir palizas y ser amenazado. También se me dijo que cambiara mi testimonio para que coincidiera con el del resto de acusados”, denunció.
Amnistía indicó en marzo que Arabia Saudí había ejecutado a 81 personas en los tres primeros meses del año, incluidos 41 miembros de la minoría chií. Desde entonces, los tribunales han seguido sentenciando a muerte a otras personas, incluidos menores de 18 años.
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