MADRID, 07 (SERVIMEDIA)
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, señaló este viernes que le parece “muy bien” que Vox no le perdone haberles fallado, pero “una cosa es que no me perdonen a mí y otra es que mi penitencia no se la hagan pagar a los madrileños”.
Así lo indicó tras su participación en el acto conmemorativo con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional, donde remarcó que “una cosa es que entiendan que yo no he hecho las cosas como debía haberlas hecho, que entiendan que he incumplido pactos, pero las consecuencias de entender que yo no he hecho las cosas bien, no puede ser que por no perdonarme a mí no perdonen a los madrileños y que los madrileños se queden sin presupuestos”.
Además, consideró que “no debe haber líneas rojas para sentarse a negociar, que los madrileños no entienden que para sentarse a negociar uno establezca líneas rojas y que, si hay, se vean en el curso de la negociación”.
Almeida afirmó que las líneas rojas “no se ponen para sentarse” y añadió que “un mínimo imprescindible en democracia y un mínimo de respeto a los madrileños en la situación que viven es que uno se siente a negociar y luego ya veremos cuáles son sus exigencias para aprobar los presupuestos”.
En este sentido, el regidor madrileño remarcó que “lo de decir ‘o haces esto o no me siento a negociar’ me parece que no cabe en lo que necesitan los madrileños ni en una ciudad como Madrid”.
Por ello, mandó tres mensajes al candidato de Vox, Javier Ortega Smith. En primer lugar, que “tiene toda la legitimidad del mundo para plantear todas las cuestiones que considere convenientes para con sus votos poder aprobar los presupuestos”.
En segundo lugar, le dijo que estos presupuestos son “extraordinariamente importantes”. Por tanto, “la conclusión no puede ser que para sentarse a negociar haya líneas rojas”. “Otra cosa es que las haya en la negociación y haya cuestiones que ellos entiendan que son imprescindibles para que ellos puedan aprobarlo”, pero “lo que nadie puede entender es que haya líneas rojas para sentarse a negociar”.
Por último, Almeida se preguntó qué hacen si pasan por esas líneas rojas y luego no se aprueban los presupuestos. “Me parece que no tiene sentido”, concluyó.
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