Advierte de que la dieta actual de jóvenes españoles “es más lesiva” para salud y planeta: “Tenemos que corregirlo”
MADRID, 6 (EUROPA PRESS)
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha asegurado que la transición agroecológica, hacia un consumo más sostenible para el planeta, “va en beneficio” de los productores, a pesar de que el sector sea “reticente” al cambio.
“Lo que hace falta es apuntar más alto, ver el problema y llegar a un acuerdo con el sector para transitar este camino, son criterios distintos y necesitamos otro criterio y no el de la rentabilidad. Es un sector reticente de que hay que tomar un camino alternativo que va en su beneficio en un sentido mayoritario”, ha subrayado.
Así lo ha manifestado este jueves 6 de octubre el ministro de Consumo durante un encuentro del ciclo ‘Diálogos por un consumo sostenible’, una iniciativa del Ministerio para abordar los retos y desafíos de sostenibilidad de las personas consumidoras.
Durante su intervención, ha advertido de que la dieta actual de los jóvenes españoles “es más lesiva” tanto para la salud como para el planeta, por lo que ha instado a “corregirlo”. “La dieta mediterránea se ha perdido en la práctica pero no en el discurso, todo el mundo está orgulloso de la dieta mediterránea pero en la práctica se está perdiendo”, ha señalado Garzón.
El responsable de Consumo también ha incidido en que, además de la alimentación, “el lado de la producción también es relevante” para combatir la emergencia climática. ¿Sería suficiente con que todos cambiáramos la dieta o tendríamos que abordar también la producción?”, se ha preguntado
Así las cosas, Garzón ha defendido que “no parece suficiente cambiar la dieta” si la industria española “está dedicada a la exportación”. “Es una relación social consumo y producción y hay que abordar ambas al mismo tiempo”, ha manifestado.
Para el ministro de Consumo, el impacto del cambio climático está “asociado con el coche o las grandes industrias”, pero al hacer un análisis sobre la alimentación se observa con que “la dieta mediterránea se ha perdido en la práctica pero no en el discurso”.
La investigación, según ha subrayado Garzón, “siempre incrementa el stock de conocimiento”. No obstante, ha matizado que “no hace falta más investigación” para saber que hay un “grave problema” medioambiental: “Tenemos que mirar hacia otro lado, al lado de la intervención pública, la intervención política, una política que llegue al día a día, a las transformaciones de la sociedad”.
CAMBIAR LOS PATRONES DE CONSUMO
En este punto, ha apostado por “cambiar la demanda, los patrones de consumo”. “Aquí se solapan los intereses de proteger nuestra salud y el planeta, esos cambios implican cambios en la producción. El concepto de transición ha estado en nuestro país vinculado a acuerdos, las transiciones pueden ser dolorosas y evitar que esos costes puedan generar disrupciones a nivel social”, ha dicho.
“¿Cómo puedes cambiar la producción y decir este tipo de carne no seguir promoviéndola sino promover otro tipo de carne con prácticas más tradicionales?, eso requiere un acuerdo, si no el mercado no va a llegar a esta conclusión”, ha precisado Garzón.
El Ministerio de Consumo, según ha explicado Garzón, trabaja en “la divulgación de cómo la vida cotidiana está afectada por el impacto medioambiental”. “Tenemos que explicarle a la gente, poner información encima de la mesa sobre el impacto ecológico del consumo. Esto permite que la ciudadanía tenga mejor información para tomar mejores decisiones”, ha afirmado.
“¿Cómo podemos trasladar que nuestro consumo impacta en el ecosistema con unas consecuencias muy directas en término de salud individual y no solo planetaria? ¿Cómo se debe entrar en esta temática?”, se ha preguntado Garzón.
CONEXIÓN ENTRE LA CIENCIA Y LA SOCIEDAD
Durante su intervención en el coloquio, la profesora de investigación en el instituto Ingenio Marta Rivera Ferre ha lamentado que “hasta hace poco la ciencia estaba en una burbuja desconectada de la sociedad”. “Si no tengo una conexión con la sociedad hay una barrera bastante importante que sortear. Los últimos años ha habido más avances en este sentido, a nivel social hay avances aunque a nivel político estamos bastante atrasados”, ha apostillado.
Por ello, la experta ha apostado por “hacer partícipe a la sociedad de las evidencias científicas de una forma más amable” y ha criticado la “negación climática a pesar de la evidencia científica”.
La investigadora también ha instado a “reducir en un 30 por ciento el consumo de porcino y en un 50 por ciento el consumo de pollo”, así como a “aumentar el consumo de ovino y caprino para tener una transición agroaecológica importante”.
“No podemos dejar todo el peso en los productores, que ya bastante tienen, muchos se han quedado en el camino, no han sido capaces de asumir las exigencias de la producción industrial. La política pública tiene que estar para favorecer la transición agroecológica porque si no vamos a perder cada vez más productores”, ha concluido Rivera Ferre.
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