MURCIA, 6 (EUROPA PRESS)
El juez ha condenado a diez años de cárcel al individuo acusado de haber matado a otro asestándole una puñalada en el transcurso de una discusión que tuvo lugar en el interior de un bar de Caravaca de la Cruz en julio de 2020.
En concreto, el magistrado ha condenado al acusado como autor de un delito consumado de homicidio con la atenuante de embriaguez como circunstancia modificativa de la responsabilidad criminal.
El juez ha dictado esta sentencia después de que el Jurado Popular haya declarado por unanimidad culpable al acusado de un delito de homicidio, sin que haya razones para solicitar un indulto. El magistrado ha dictado esta sentencia de viva voz tras el acuerdo alcanzado por la Fiscalía y la defensa del acusado, que se han mostrado conformes con la pena.
Según el veredicto, el Jurado ha declarado probado por unanimidad que el encargado del establecimiento llamó la atención al acusado, le dijo que no le iba a servir más bebidas alcohólicas y le pidió que abandonara el local.
Ante la negativa a marcharse del local, la víctima le dijo al procesado que se abstuviera de seguir alterando el orden, a lo que el agresor le propinó un golpe leve. Finalmente, el encargado del establecimiento le obligó a salir de las instalaciones, tal y como ha declarado probado el Jurado por unanimidad en base a los testigos.
A continuación, el acusado se habría dirigido a su casa, cogió un cuchillo de 12 centímetros de hija y regresó minutos más tarde al establecimiento. “El acusado lo declaró y testigos presenciales lo vieron”, según el Jurado.
Mientras tanto, el fallecido también había abandonado el establecimiento y estuvo fumando un cigarro y paseando con un amigo, intentando llamar a la Policía, sin conseguirlo. A continuación, regresó al establecimiento.
El acusado volvió al bar, se situó frente al mismo y, blandiendo el cuchillo, se puso a gritar: “negro, sal”. A continuación, la víctima se dirigió a él diciéndole que se calmara, momento en el que el agresor le propinó una puñalada en el cuello, al tiempo que le decía: “hijo de puta, muérete”.
Las heridas eran irremediables, tal y como establece el veredicto, que añade que varios clientes consiguieron reducir al acusado hasta la llegada de la Policía Local.
El Jurado también ha considerado probado por unanimidad que el procesado había ingerido bebidas alcohólicas desde el mediodía de esa misma jornada. Asimismo, olía a alcohol al ser atendido en el Hospital y dio positivo en cocaína en los exámenes en sangre.
A pesar de no ser dependiente del alcohol, el Jurado ha considerado probado que las facultades del acusado estaban disminuidas por el exceso de bebidas alcohólicas y por el consumo de cocaína.
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