Las jugadoras dicen afrontar muchos más obstáculos que los chicos para ser profesionales, según un estudio impulsado por Endesa
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
La decisión de priorizar los estudios o el deseo de dedicar más tiempo a otras actividades de ocio son las principales razones que llevan a las niñas y adolescentes a dejar de practicar el baloncesto, según un estudio promovido por Endesa en colaboración con el Consejo Superior de Deportes y la Federación Española de Baloncesto.
Las jugadoras más jóvenes tienen claro que dejarán el baloncesto cuando no puedan compaginarlo con los estudios, y muchas toman esa decisión en el momento de empezar una carrera o estudios superiores, mientras que otras acaban dejándolo cuando inician su carrera laboral.
Estas son algunas de las ideas que han transmitido jugadoras jóvenes en activo y jugadoras ya retiradas a los autores de este estudio dirigido por la psicóloga deportiva y exjugadora de baloncesto Mar Rovira y que también recoge los resultados de una encuesta a 440 entrenadores y 194 entrenadoras. El informe se enmarca en Basket Girlz, un proyecto de Endesa que pone el foco sobre las causas del abandono precoz del baloncesto en chicas de 12 a 18 años.
PRESIÓN FAMILIAR POR LOS ESTUDIOS
Sobre los motivos más habituales que los entrenadores y entrenadoras se han encontrado entre las jugadoras de su equipo que han abandonado el baloncesto están la presión familiar para dedicar más tiempo a los estudios (62,25%), la falta de tiempo para estudiar (59,78%) y la preferencia por otras aficiones o momentos de ocio (52,21%).
A continuación citan razones como el tener pocos minutos de juego (39,58%), la falta de interés y apoyo familiar (36,5%), el nivel de exigencia (35,19%) y, en menor medida, el mal ambiente en el equipo (28%) y los desacuerdos con el entrenador o entrenadora (25,63%).
En cambio, otras cuestiones, como la falta de referentes en los que inspirarse (20,16%) o la dificultad para vivir profesionalmente del baloncesto (10,97%), aparecen con menos frecuencia en las respuestas de los encuestados.
En los grupos de discusión que se organizaron con jugadoras y exjugadoras, se repetía la idea de que los estudios son lo más importante y que además hay que tener buenas notas. Consideran que la clave es no tener problemas en la parte académica y saber organizarse para poder compaginar el baloncesto con los estudios.
Esa priorización de los estudios es algo que veía en su entorno Laia Palau, excapitana de la selección femenina de baloncesto y actual directora deportiva del Spar Girona. En declaraciones a Europa Press, la exjugadora ha comentado que algunas compañeras dejaron el baloncesto a los 15, los 16 o los 18 años porque lo veían solo como una diversión y creían que lo más relevante para su futuro era tener un buen currículum académico.
“Las chicas, en general, son más responsables con los estudios, pero porque no creo que piensen que se puedan profesionalizar” en el baloncesto y, “si lo pones en la balanza, supongo que en algún momento piensas que no vas a sacar nada más que el beneficio de la risa o de estar bien, de hacer deporte”, ha manifestado.
TENER MÁS VIDA SOCIAL
Por otro lado, según el estudio, algunas chicas sienten que su dedicación al baloncesto las lleva a perderse fiestas o reuniones de amigos y muchas optan por competir en clubes más relajados para poder tener esa vida social que ansían mientras continúan haciendo deporte pero con una menor exigencia.
En cuanto a la familia, el informe concluye que su influencia sobre la jugadora es muy grande, ya sea por el ejemplo que dan los padres o madres que practican deporte o por la presión que ejerzan con los estudios o respecto a la práctica deportiva.
En el caso de Palau, sus padres entendieron y apoyaron su carrera, pero otros familiares no entendían tanta dedicación. “Les costó muchísimo. Tuve que hacerme muy mayor y conseguir cosas para que entendieran que valía la pena”, ha dicho.
El informe también apunta que un buen ambiente en el equipo anima a seguir jugando, que a las chicas les gusta estar en un equipo competitivo pero adaptado a su nivel, que muchas creen que siendo profesional no se disfruta tanto del baloncesto porque es una etapa más dura y agobiante y que aquellas jugadoras que ven que no son buenas lo acaban dejando.
Asimismo, las participantes en el estudio destacaron la importancia de tener un entrenador que sepa motivarlas y animarlas a confiar en sus capacidades y afirman que prefieren que sea duro para que así las ayude a mejorar.
DIFERENCIA DE TRATO RESPECTO A LOS CHICOS
Por último, todas coinciden en que existe una diferencia de trato con respecto a los chicos, pero que no es un factor que lleve por sí solo a dejar el baloncesto. Las jugadoras ven esas diferencias en los horarios y espacios para los entrenamientos, por ejemplo, y también en la poca relevancia que se da a las chicas en aquellos clubes que tienen tanto equipo masculino como femenino.
Además, las jugadoras sostienen que se enfrentan a muchos más obstáculos que los jugadores para llegar a ser profesionales, pero también, en general, para conseguir cualquier cosa en la vida, y esto en algunos casos las lleva a abandonar su sueño sin tan siquiera intentarlo porque piensan que no lo van a conseguir.
El informe hace una serie de propuestas para tratar de frenar el abandono deportivo por parte de jóvenes jugadoras. Según ha explicado a Europa Press la responsable de marca y patrocinio de Endesa, María Lacasa, hay un plan de acción que incluye medidas como aconsejar a las familias sobre cómo apoyar a sus hijos en la práctica del deporte o facilitar a las niñas el contacto con jugadoras profesionales y la asistencia a competiciones.
En lo relativo a los entrenadores y los clubes, ha comentado que “queda mucho por desarrollar” –para mejorar la forma de enseñar o no dejar a nadie atrás– porque hay que trabajar con todas las federaciones, y que uno de los objetivos es que el espacio del deporte femenino tenga el mismo reconocimiento que el masculino.
LAIA PALAU: “HAY QUE INFORMAR DE QUE ESTO PUEDE SER UNA CARRERA”
Lacasa ha recordado que Endesa patrocina desde hace cuatro años a la Liga Femenina de baloncesto en España, en la que este miércoles arrancan los partidos de la temporada 2022-2023. Pero, además de apoyar a las grandes estrellas, su deseo es “apoyar el baloncesto desde la base”, y por eso quieren ayudar a revertir la tendencia según la cual el abandono del deporte en general por parte de niñas y adolescentes es “mucho mayor en porcentaje” que entre los chicos.
En opinión de Laia Palau, iniciativas como Basket Girlz son muy útiles para animar a las chicas a continuar con el baloncesto y plantearse incluso dedicarse a ello profesionalmente. “Básicamente, lo que hay que hacer es informar de que esto puede ser una carrera”, ha señalado, avisando, no obstante, de los sacrificios que conlleva el deporte de élite y de que las jugadoras no pueden aspirar al nivel de fama y riqueza que se alcanza en algunos casos en el deporte masculino.
La excapitana de la selección espera que, al menos, las jugadoras profesionales no tengan que seguir escuchando la pregunta que a ella le han hecho tantas veces: “¿De qué más trabajas?”. A su juicio, ayudaría que hubiera más referentes femeninos en los que niñas y adolescentes se pudieran inspirar, aunque cree que con el tiempo esto ha ido mejorando y ahora hay más visibilidad.
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