MÉRIDA, 5 (EUROPA PRESS)
La Junta de Extremadura, las diputaciones de Badajoz y Cáceres, y la Federación de Municipios y Provincias de la región (Fempex), han suscrito junto con la Fundación del Toro de Lidia un protocolo para promover la tauromaquia en la comunidad, donde pastan 120 ganaderías de reses bravas en sus dehesas.
Un convenio impulsado por el Gobierno autonómico que pretende defender el mundo del toro, como “parte integrante del patrimonio cultural español”, en todas sus vertientes “materiales e inmateriales” en la comunidad, con especial hincapié en los ámbitos “cultural, social, económica y de protección del medio natural”.
Entre sus objetos contempla que las partes firmantes promoverán la celebración de “festejos taurinos de diversa índole por toda la geografía extremeña”, pero especialmente dirigidos a municipios de menos de 10.000 habitantes a fin de garantizar la presencia de la tauromaquia en núcleos urbanos que “no gozan habitualmente de espectáculos taurinos”.
Es objeto del acuerdo “concienciar” a los alcaldes de las “ventajas” de potenciar la actividad taurina en sus municipios “como producto turístico, con el fin de aumentar la visibilidad y el turismo taurino en sus localidades”.
De hecho, se contempla, a fin de fomentar la cultura del toro, la creación de una Red de Municipios Taurinos de Extremadura para poner en valor el “rico patrimonio artístico y cultural” en los municipios extremeños de “honda tradición taurina”.
Asimismo, se pondrán en marcha todo tipo de actividades para difundir la tauromaquia y sus “valores culturales, sociales, demográficos, medioambientales y económicos” entre la población extremeña, y se convocarán los Premios Extremadura de la Tauromaquia.
Finalmente, se elaborará un libro blanco de la tauromaquia para abordar “de una manera realista” la situación histórica y actual de la tauromaquia, así como para “conocer cuáles son los retos sociales, culturales, económicos y medioambientales” que la misma debe afrontar en el futuro.
En palabras del presidente de la Fundación del Toro de Lidia, Victorino Martín García, este convenio es un “empujón” que pretende “actualizar” y “mejorar” el mundo del toro situándolo “en el siglo XXI”, al tiempo que ha señalado que supone una “normalización” de lo que la tauromaquia representa en la sociedad extremeña “sin ningún tipo de complejos”.
Junto al ganadero, han rubricado el documento el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, los de las diputaciones provinciales de Badajoz y Cáceres, Miguel Ángel Gallardo y Carlos Carlos, y el presidente de la Fempex, Francisco Buenavista.
UN “EMPUJÓN” AL MUNDO DEL TORO
En este sentido, Martín ha mostrado su agradecimiento al presidente de la Junta por el “empujón” que este proyecto que cuenta con el “apoyo total y absoluto” de las autoridades extremeñas pretende dar a la tauromaquia como “generadora de cultura, de riqueza, tanto en el mundo rural y urbano”, creando puestos de trabajo, y como conservadora del medio ambiente.
Según ha indicado el “rito sacrificial”, en referencia a la fiesta taurina, es la “gran celebración del mundo rural”, que es el que conoce “bien” al animal, y quienes “saben cómo hay que tratarlo”. Así, ha señalado que los festejos no son más un “sacrificio mediante un ritual que bebe en lo más profundo de las raíces mediterráneas”.
Una cultura protegida desde 2013 por ley, ha recordado, reconocida como patrimonio de la humanidad, que encuentra en este protocolo “una normalización de lo que representa la tauromaquia en la sociedad extremeña sin ningún tipo de complejos”.
Al mismo tiempo, supone un “paso muy innovador”, pues pretende “intentar mejorar en todo lo posible” el espectáculo taurino y situarlo “en el siglo XXI, tras un periodo de tiempo en el que, reconoce, ha estado “dormido, viviendo del éxito”. Un mundo que se ha visto atacado, añade por quienes utilizan la tauromaquia “para atacar otras cosas”.
VARA PIDE RESPETO
Por su parte, el jefe del Ejecutivo extremeño resaltado que el festejo taurino es el “final” de todo un proceso que empieza “mucho antes, en el campo, en el cariño y el afecto por el toro de lidia”. Tiene detrás, por tanto, “un gran ciclo de vida” a través de la cual se produce un desarrollo de “una economía, de una tradición agraria y de una cultura rural que forma parte de nuestra vida”.
Y esto es, ha señalado, aquello de lo que “nadie habla”, en referencia a quienes se posicionan contra el mundo del toro “en muchas ocasiones de desde el desconocimiento”, obviando todo lo anterior al espectáculo taurino, que es “lo que da sentido”, ha explicado, a este protocolo.
Fernández Vara ha abogado por “recuperar el gusto por hablar de las cosas con todos los matices puestos sobre la mesa”, de modo que no se reduzca todo a estar “a favor o en contra” de las cosas, por lo que pide que la gente se haga “algunas preguntitas más de las que habitualmente nos hacemos”. Finalmente, ha pedido “respeto” por cosas que “uno puede no llegar a entender”.
Por todo ello, ha justificado la puesta en marcha de este protocolo a fin de plasmar en un libro blanco sobre la tauromaquia que “también tiene que actualizare a los tiempos en los que vivimos”. Un mundo del toro “del siglo XXI”, en una sociedad “más compleja”, dentro de una España dentro de Europa… para que salgan “reflexiones que puedan servir para el futuro”, ha dicho Vara.
25 DE LA ESCUELA DE TAUROMAQUIA
Por su parte, el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo, ha subrayado que las instituciones provinciales son conscientes de la importancia del mundo del toro en el día a día del ámbito rural extremeño.
Asimismo, ha señalado que la Diputación de Badajoz puede aportar su experiencia a lo largo de los últimos 25 años a través de su Escuela de Tauromaquia, por la que han pasado más de 600 alumnos, con valores como la igualdad o de la inclusión, al contar cada vez con más mujeres y personas con capacidades distintas entre su alumnado.
Su homólogo de la Diputación de Cáceres, Carlos Carlos, que ha aprovechado la ocasión para ofrecer su colaboración a la diputación pacense para participar en el sostenimiento económico de la escuela de tauromaquia, ha señalado que como alcalde de una localidad de 500 habitantes es conocedor de la “realidad del día a día” en un pueblo pequeño y la importancia que tiene el mundo del toro.
Una importancia que se refleja en sus fiestas, pero también en la riqueza que general las ganaderías, así como su papel en la protección y el mantenimiento de las dehesas.
El presidente de la Fempex, ha señalado que su firma está avalada por los principales grupos políticos de la comisión ejecutiva del organismo, que representan a más del 90 por ciento de los municipios extremeños.
Y es que, según ha defendido Buenavista, es en el mundo rural “donde se entiende más el mundo del toro” más allá del “momento final, del festejo taurino”, así como todo lo que significa en la lucha contra la despoblación para una comunidad como Extremadura, que alberga en sus dehesas a 120 ganaderías de reses bravas, que son “fundamentales” para el mantenimiento de este ecosistema que “necesita a la agricultura y a la ganadería para sobrevivir”.
- Te recomendamos -