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Cantabria destinará un millón de euros a estudiar la posibilidad de aprovechar un gran reservorio de agua subterránea

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Se extiende entre San Vicente de la Barquera y Santander y se prevén realizar dos sondeos en 2023

SANTANDER, 4 (EUROPA PRESS)

Cantabria destinará un millón de euros a ejecutar en 2023 dos sondeos de investigación sobre el gran reservorio de agua subterránea que se extiende entre San Vicente de la Barquera y la zona de San Román, en Santander, con una capacidad similar a la del pantano del Ebro, para analizar así sus capacidades de aprovechamiento futuro.

Los sondeos en ese reservorio (conocido como Santillana-San Vicente) se realizarán por parte de una empresa especializada en la parcela de la planta potabilizadora de Vispieres (Santillana del Mar), y tienen por objetivo comprobar si esa masa de agua subterránea, integrada por tres acuíferos, sería aprovechable en el futuro, según ha explicado este martes en rueda de prensa el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa (PRC).

Concretamente, se trataría de comprobar, primero, si se puede llegar a la profundidad en que se encuentra esa masa de agua –algo que el Gobiero cree que será posible con la tecnología que hay actualmente– y luego ver qué capacidad de recarga tiene ese reservorio; y si el agua que allí se encuentra tiene una capacidad “aceptable”, comprobando si hay restos de contaminación agrícola-ganadera o de materiales pesados.

El Gobierno de Cantabria ya cuenta con el proyecto para realizar estos sondeos y se quiere sacar a licitación este miso año para poder ejecutarlos ya en 2023, con un plazo de ejecución de seis meses.

Gochicoa ha explicado algunos detalles y características de este reservorio de agua –al que ya hace unos días se refirió el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla– y del proceso de investigación que ahora se va a iniciar en torno a él.

Con uno de los sondeos se prevé llegar a una profundidad de unos 200 metros y el otro hasta los 700 metros, algo que, según ha advertido Gochicoa, no estará exento de “dificultades”, si bien ha confiado en que se resuelva de forma “satisfactoria”.

El consejero ha señalado que se conoce ya desde hace varios años la presencia de este reservorio subterráneo, citada ya en varios informes de la Confederación Hidrográfica, el Plan Hidrológico y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) pero del que hasta ahora no se habían investigado sus posibilidades de aprovechamiento.

Ha indicado que no se había estudiado hasta ahora al contar históricamente Cantabria con captaciones naturales y aguas superficiales de los propios ríos que se mantenía con agua buena parte del verano y también por las complejidad técnica del proyecto.

Y es que, según ha dicho, realizar perforaciones como las que se van a hacer con la tecnología disponible hace 30 o 40 años, hubiera sido “misión imposible”.

Ahora, el consejero cree que “merece la pena” destinar ese millón de euros a investigar este reservorio y sus posibilidades dado que el agua es un bien “esencial” que se está convirtiendo en algo “escaso cada vez más”.

Gochicoa ha aclarado que por ahora “no hay una urgencia” de aprovechar los recursos de este reservorio de agua, sino que el objetivo en este momento es analizar qué hay, si es aprovechable y a qué coste.

El consejero cree que si se comprueba la calidad de ese agua y que se puede bombear desde 160 metros esto tendría un menor coste que el que tiene traer agua del río Deva o desde Campoo.

Todos los datos que se obtengan de esos bombeos se remitirán al Instituto de Hidráulica para que los valide y decidir entonces cómo proceder o si hay que analizar otras alternativas.


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