AECID está en contacto constante con las ONGD y vigila de cerca la situación para adoptar las medidas necesarias
MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
Mozambique es país prioritario para la Cooperación Española desde hace dos décadas y es el que más cooperantes españoles tiene en su territorio, con 99, pero la labor que realizan tanto la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) como las ONGD españolas en el norte se está viendo dificultada por la actividad yihadista, explican a Europa Press desde la agencia dependiente del Ministerio de Exteriores.
La provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique y en la que trabaja la Cooperación Española desde hace décadas, es escenario desde hace cinco años de la actividad de un grupo conocido popularmente como Al Shabaab, aunque nada tiene que ver con el del mismo nombre que opera en Somalia, y que desde 2019 ha venido reivindicando sus ataques en nombre de Estado Islámico en África Central (ISCA).
La violencia comenzó en la ciudad de Mocimboa de Praia y ha ido propagándose con el paso de los años, en particular a partir de 2019. La intervención en el verano de 2021 de tropas de Ruanda y de una misión de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) permitió a las fuerzas mozambiqueñas recuperar buena parte del territorio perdido frente a los yihadistas.
Sin embargo, estos han extendido en los últimos meses sus acciones hacia otros distritos hasta ahora libres de violencia y también hacia la vecina provincia de Nampula, y en las últimas semanas se han producido varios casos de decapitaciones, además del asesinato de una monja italiana.
LA SITUACIÓN PREOCUPA MUCHO
“La creciente violencia en Cabo Delgado está afectando desde hace meses el desarrollo de las intervenciones de la Cooperación Española”, reconocen a Europa Press desde la AECID, lamentando además el hecho de que ahora “los incidentes se están desplazando al sur”. “La situación preocupa mucho”, admiten las fuentes, de ahí el que la AECID mantenga “una actitud de alerta ante el deterioro de la situación”.
“Lógicamente, esta situación está dificultando o deteniendo el desarrollo de intervenciones en marcha para evitar riesgos”, añaden, precisando que algunas ONGD que trabajan en el país “han suspendido actividades en distritos afectados por los ataques para continuarlas en otras, extremando precauciones”.
En este contexto de incertidumbre y con una situación cambiante, la Oficina de la Cooperación Española en Maputo es la encargada de hacer seguimiento de las intervenciones que se están llevando a cabo así como de la situación de los cooperantes españoles en el terreno y se mantiene contacto con las organizaciones presentes en Mozambique.
Desde AECID se traslada a las ONGD que trabajan en el país las recomendaciones de seguridad existentes y también “la conveniencia de contar con un plan de gestión de seguridad que incluya un plan de evacuación y teléfono satélite, entre otros”. Además, “en caso de cualquier alerta o aviso de posibles ataques, se les traslada la información de modo inmediato”.
Asimismo, un representante de la oficina de AECID viaja regularmente a la provincia de Cabo Delgado, en general una vez al mes, con el fin de visitar los proyectos en marcha y para reunirse con el personal que trabaja en los mismos, además de con autoridades de la provincia.
TRABAJO DE LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA
La Cooperación Española trabaja en Cabo Delgado desde hace más de 20 años y, pese a la situación de inseguridad actual, la provincia sigue siendo una zona prioritaria dentro del Marco de Asociación España-Mozambique 2021-2024 y se mantiene el compromiso con el desarrollo inclusivo de esta parte del país.
Desde 2001 se financia un programa de apoyo al gobierno provincial para ayudar fortalecer las capacidades de las instituciones de Cabo Delgado mediante la formación de los responsables públicos. Además, en 2020 se concedió una subvención de 200.000 euros a la dirección provincial de Agricultura para mejorar la seguridad alimentaria en la provincia.
Por otra parte, AECID tiene activos actualmente varios convenios con ONG que trabajan en esta región del norte de Mozambique. Así, en 2018 se concedió a Médicos del Mundo junto con ONGAWA 2,5 millones de euros –a ejecutar en hasta cuatro años– para la reducción de la desnutrición crónica y aguda en esta provincia.
Entre los tres proyectos para los que se aprobó una financiación de 1,13 millones de euros en 2021 figura también una iniciativa en materia de seguridad alimentaria realizada por Mundukide en Pemba, la capital provincial.
El año pasado también se concedió una subvención de 250.000 euros al Programa Mundial de Alimentos (PMA) para atender las necesidades de las familias deplazadas por la violencia en los distritos de Mueda, Nangade y Negomano.
Por último, AECID ha financiado el proyecto ‘Promoción del diálogo interreligioso para contribuir a la cultura de paz en el norte de Mozambique’ con el objetivo de contribuir a la prevención del extremismo violento en esta parte del país.
Desde que comenzaron las acciones violentas en 2017, el proyecto ACLED ha contabilizado casi 1.500 incidentes violentos que se han saldado con cerca de 4.300 muertos, de los que casi 1.900 han sido civiles.
Como consecuencia de ello, hay casi un millón de personas desplazadas. La ONU había solicitado casi 390 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias ocasionadas por esta crisis, de los que se han recibido hasta la fecha el 53,4%.
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