Naturgy pide una regulación “justa que no impida el desarrollo” y lamenta que las empresas estén “permanentemente en la picota”
BILBAO, 29 (EUROPA PRESS)
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha advertido de que no se pueden cambiar las reglas de juego “a medio partido” y los inversores van a retraerse a la hora de invertir en Europa y en España “si no ven un marco legal estable y de largo plazo”.
Por su parte, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha defendido una regulación “justa que no impida el desarrollo” y ha lamentado que las empresas estén “en la picota” y acaben “pareciendo responsables” de algo que no se entiende “bien”.
Brufau y Reynés han realizado estas reflexiones en el marco del XXI Congreso de directivos CEDE, que se celebra en el BEC de Barakaldo, donde han abordado la transición energética.
En su intervención, el presidente de Repsol ha indicado que la legislación debe velar por la industria en general y ha advertido de que “el gran error de partida”, -que es falso- es pensar que “electrificación es igual a descarbonización”. “Si creemos esto vamos a construir un país muy mediocre porque, de alguna forma, la electrificación no puede llegar casi a la mitad de la economía de este país”, ha advertido.
Por lo tanto, cree que no se puede partir de la hipótesis de que un mundo “con una energía final 100% eléctrica va a ayudar a tener un entramado industrial y una sociedad más potente”. “Seguramente sí va a ser más descarbonizada, pero estoy seguro de que sin energía de tanto en tanto”, ha agregado.
A su juicio, el político tiene que aceptar un principio -“que les cuesta mucho”- que es el de neutralidad tecnológica, y se debe “dejar competir a todo el mundo”. “Si lo que hacemos es prohibir una serie de cosas y solo aceptar una, en lugar de incentivarlas todas, es intervenir sobre el mercado de una forma equivocada, porque en el mercado tú no intervienes prohibiendo, intervienes regulando, ayudando a que todo el mundo sea competitivo”, ha manifestado.
Brufau ha añadido que, si se acepta el principio de neutralidad tecnológica, la ciencia “va a trabajar mucho”, por ejemplo, para que los motores de combustión “sean mucho más eficientes” y cree que habrá tecnologías disruptivas. “Demos papel a la ciencia”, ha dicho.
El presidente de Repsol ha apuntado que la energía tiene tres ejes, uno el de la seguridad de suministro, “hoy puesta en cuestión” por la guerra; el segundo el coste de la energía, y el tercero la sostenibilidad. Ha añadido que, al focalizar la sostenibilidad por encima de las dos variables -seguridad y coste- se entra en una perversa dinámica de, por ejemplo, “a qué sectores se puede financiar y a qué sectores no”.
Tras recordar el peso que siguen teniendo los combustibles fósiles, ha asegurado que no se puede decir “mañana no quiero esto y se deja de financiar”. Además, ha precisado que todos estos procesos de transición energética van a requerir de “enormes cantidades de dinero” porque hay que hacer inversiones para transformar “no solo el sector energético, sino el industrial”.
“Esto solo se puede hacer desde el punto de vista empresarial con previsibilidad y eso significa seguridad jurídica. No podemos estar cambiando las reglas de juego a medio partido porque los inversores van a retraerse de invertir en España, si no ven que la situación del marco legal es estable y de largo plazo, y no está basada en circunstancias puntuales del momento”, ha agregado.
MERCADO ÚNICO DE LA ENERGÍA
En relación a la seguridad del suministro, ha asegurado que Europa “no ha hecho nada” porque creía que “estaba segura” y ha añadido que, para hablar de una transición energética, es necesario tener un mercado único de la energía en Europa, que no existe, cuando debería haber una “cohesión”.
En el caso de España, ha recordado que desde hace 30 años está pagando “una prima para tener diversidad de fuentes de suministro”. “Y ese no es el caso de Europa, que ha obviado un problema tan básico, de primaria, que es que no puede haber una fuente de suministro única”, ha manifestado.
En este ámbito de la sostenibilidad, Europa ha reducido emisiones “pero no las ha reducido el planeta”. Además, ha apuntado que Europa “ha exportado emisiones a través de la industria (..) y ha exportado empleo de calidad”.
Brufau ha afirmado que todavía hay tiempo para alcanzar en 2050 el objetivo de cero emisiones y no se deben bajar las expectativas de conseguir ese objetivo, pero “hay que aprender” sobre lo que se está haciendo.
En este sentido, se ha preguntado por qué se renuncia a los recursos propios y ha puesto como ejemplo Euskadi, donde hay una “gran cantidad” de gas natural: “¿Por qué tenemos que renunciar a producir gas natural y dejar que lo hagan los americanos?”, se ha preguntado.
Brufau ha asegurado que hay que continuar con las renovables, que son “el vector de crecimiento de este nuevo mundo”, pero hay que ser conscientes que “tienen un coste de producción y un coste de consumo”. También ha sostenido que el hidrógeno es uno de los “grandes futuros”, pero “no está para mañana” y necesita “políticas públicas y políticas de aprovisionamiento”.
Por su parte, el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés,ha defendido también una regulación “razonable, justa y que no impida el desarrollo”. “La gestión regulatoria se convierte en un aspecto fundamental”, ha añadido.
Reynés ha señalado que hay dos conceptos fundamentales que son el “realismo”, a la hora de “establecer objetivos que sean alcanzables” y el segundo, transparencia, sobre todo, “en los costes, en los precios y en las hipotecas, porque las decisiones que se toman tendrán repercusión en personas, en la sociedad, en empresas y familias”.
Reynés ha considerado que el gas natural “es un ejemplo vivo” y lo está siendo ahora de una “forma muy relevante, ya que en 2022, gracias al gas natural, en España tenemos la posibilidad de tener energía eléctrica disponible”. Según ha manifestado, el gas natural tenía un “rol que jugar decreciente”, pero, por las circunstancias, ha podido “ocupar ese hueco eléctrico y dar la generación eléctrica necesaria”.
En este sentido, cree que no se deben “denostar tecnologías ni ninguna fuente de suministro” y ha añadido que, en el caso de las renovables, “no hay ninguna duda de que hay que apostar por ellas”.
Reynés ha añadido que el gas natural es también una materia prima “necesaria” y hay que asegurar su suministro en condiciones “competitivas”. Ha indicado que, “desgraciadamente”, está afectado por la “especulación de la guerra de Ucrania” y, por ello, Naturgy ha salido diciendo “con voz propia” que hay que buscar una solución para que no interfieran los precios especulativos derivados de la guerra en los contratos a largo plazo, sobre todo por las empresas.
“Nadie duda de que tenemos que descarbonizarnos”, ha indicado Reynés, que ha reclamado que esa descarbonización sea “realista y transparente” sobre los precios y costes para lograrlo.
El presidente de Naturgy ha indicado que para llegar a los objetivos marcados para 2050 habrá que “seguir invirtiendo mucho e innovando mucho”. A su juicio, “no hay que perder la ambición”, pero hay que “incorporar realismo” a los planes de corto (2030) porque “la ecuación solamente de descarbonización no es sostenible”.
Por último, Reynés ha declarado que, en la actualidad, se habla “demasiado” de las empresas que “invierten, generan empleo y se comprometen, cuando hay circunstancias duras y no se habla en los términos que sería esperable”.
“Somos compañías que generamos mucho para la sociedad y queremos seguir haciéndolo y mejorar la reputación social es muy importante”, ha añadido. “La motivación de las personas no creáis que está muy boyante en una compañía como la nuestra donde estamos permanentemente en la picota, como otras, y acabamos pareciendo responsables de algo que no entendemos bien”, ha concluido.
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