MADRID, 28 (SERVIMEDIA)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) han pedido este miércoles nuevas medidas para mejorar la salud mental en el trabajo, recomendando una serie de directrices para mejorar la situación.
Por primera vez, la Organización Mundial de la Salud “recomienda la formación de los directivos” para desarrollar su capacidad de “prevenir entornos de trabajo estresantes y responder a los trabajadores en apuros”.
Además, las directrices mundiales de la OMS sobre la salud mental en el trabajo recomiendan medidas para hacer frente a los riesgos para la salud mental frente a las cargas de trabajo elevadas, los comportamientos negativos y otros factores que crean angustia en el puesto de trabajo.
Las nuevas directrices recomiendan también abordar mejor las necesidades de los trabajadores con trastornos de salud mental. Proponen, por ejemplo, medidas que apoyen su regreso al trabajo. En cuanto a los trabajadores con enfermedades graves de salud mental, se recomiendan “intervenciones que faciliten el ingreso en un empleo remunerado”.
Según la OMS, es importante destacar que las directrices también exigen medidas “para la protección de los trabajadores de salud y para los que se enfrentan a situaciones de ayuda humanitaria o de emergencia”.
“Es hora de centrarse en el efecto perjudicial que el trabajo puede tener en nuestra salud mental”, explicó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “El bienestar del individuo es razón suficiente para actuar, pero la mala salud mental también puede tener un impacto debilitante en el rendimiento y la productividad de una persona”.
CAMBIAR LA CULTURA LABORAL
Por ello, el director general de la OMS destacó que estas nuevas directrices pueden “ayudar a prevenir situaciones y culturas laborales negativas” al ofrecer la protección y el apoyo de salud mental que necesitarían los trabajadores.
Para poder cambiar la cultura laboral negativa, el informe conjunto de la OMS y la OIT traslada las directrices de la Organización Mundial de la Salud mediante estrategias prácticas para gobiernos, empleadores, trabajadores y organizaciones, tanto en el sector público y como en el privado.
Según el documento, su objetivo es “apoyar la prevención de riesgos laborales para la salud mental”, con objeto de que los trabajadores con estos trastornos puedan prosperar en el mundo del trabajo. Para ello se necesita “inversión y liderazgo”, dos cuestiones que serán la clave para la introducir las nuevas estrategias de salud mental en los entornos laborales.
“Necesitamos invertir para construir una cultura de prevención en torno a la salud mental en el trabajo, remodelar el entorno laboral para detener el estigma y la exclusión social, y garantizar que los empleados con afecciones de salud mental se sientan protegidos y apoyados”, destacó Guy Ryder, director general de la OIT.
Se estima que 12.000 millones de días de trabajo se pierden anualmente debido a la depresión y la ansiedad que le cuestan a la economía mundial unos mil millones de euros.
Por último, el Informe Mundial sobre la Salud Mental de la OMS, publicado en junio de 2022, mostró que de mil millones de personas que vivían con un trastorno mental en 2019, lo que supone que el 15% de los adultos en edad de trabajar experimentaron un trastorno mental.
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