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El acusado de romper un vaso a otro en la cara en una ‘disco’ alega que a esa hora jugaba en casa con la ‘Play’

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Las acusaciones piden entre 3,5 y 4,5 años de cárcel frente a lo que tildan como “pacto de silencio” de los testigos de la defensa

VALLADOLID, 27 (EUROPA PRESS)

Fiscalía de Valladolid y la acusación particular han solicitado tres años y medio y cuatro años y medio de cárcel, respectivamente, para el acusado de estallar un vaso a otro en la cara en enero de 2020 en una discoteca de La Cistérniga.

La petición de cárcel se ha producido a pesar de que el encausado siga manteniendo que ese día se encontraba en casa de una amiga jugando con la ‘Playstation’ y su versión haya sido apoyada por varios testigos a los que los acusadores atribuyen un “pacto de silencio”.

El juicio ha quedado visto para sentencia en la Audiencia de Valladolid, donde se han confrontado las versiones del encausado, Cristian S.J.D, apodado ‘Tonino’, y del lesionado, Óscar S, ya que el primero ha mantenido que ese día en concreto ni siguiera se hallaba en la ‘disco’ Cister Sunday, en el Paseo de La Acacia, pues jugaba a la Play con su amigo Rubén en el piso de una amiga, mientras que el segundo ha identificado sin ningún género de duda al inquilino del banquillo como quien le causó graves lesiones en el rostro al estamparle el vaso de un cubata.

En declaraciones tan solo a su letrado defensor, Cristian ha negado relación alguna con el lesionado, del que ha apuntado que “tiene problemas mentales y se dedica a montarla por ahí”, si bien el aludido ha precisado que ambos son primos terceros y ha explicado que aquella tarde el acusado le agredió violentamente dentro del establecimiento instantes después de que le felicitara el año y su agresor le llamara “chivato” y “maricona”.

“Llevaba el vaso en la mano izquierda y me lo reventó en toda la jeta, casi me mata. Me quedé sorprendido, no me lo esperaba”, ha apuntado Óscar, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha recordado que tras la agresión su amiga Lara, cuyo cumpleaños celebraban en la discoteca, le acompañó en coche para ser atendido de las graves lesiones que le llevaron a quirófano para colocarle en la mandíbula una placa y cuatro tornillos y le han dejado una cicatriz de dos centímetros en el labio.

Lo llamativo del caso es que la mujer que acompañó a Óscar hasta el hospital–ya no es su amiga–ha testificado en el juicio pero ha alegado no recordar si el agredido llegó a decirle que el autor había sido Cristian, a quien ni siquiera recuerda haber visto en la discoteca.

“Han pasado dos años, yo había bebido y allí había mucha gente”, ha indicado la testigo para justificar su falta de memoria, en consonancia también con el propio dueño de la discoteca, Agustín Jesús O.S, quien pese a estar allí no solo no vio nada sino que sostiene igualmente que no se enteró de la agresión, y ello a pesar de que el denunciante haya asegurado que le contó lo ocurrido y le pidió que echara al agresor.

Otro de los testigos presentados por la defensa, Rubén B.E, la persona que supuestamente se encontraba jugando a la Playstation con el acusado ese día en casa de una amiga, ha mantenido dicha versión pero, en cambio, a preguntas del presidente del tribunal ha llegado a reconocer que él y su amigo no compartían consola a la hora exacta en la que se produjo el incidente, las 14.00 horas del 19 de enero de 2020.

MENSAJES INCRIMINATORIOS EN REDES

La declaración de los testigos de la defensa han sido censuradas por los dos acusadores, quienes han coincidido al denunciar que los tres parecen haber llegado a una especie de “pacto de silencio”, posiblemente por miedo a represalias del acusado.

Pero además, las acusaciones han fundamentado la culpabilidad de Cristian en el hecho de que él mismo, a través de redes sociales, mandara días después un mensaje claramente incriminatorio a su primo. “Eres un cerdo que intentas follarte a mi novia. No sabes pegar y te caíste al suelo como la mierda que eres”, es el supuesto ‘recado’ que el acusado mandó al lesionado, al que han añadido otro que Rubén también envió, presuntamente, a Óscar a través de messenger del siguiente tenor: “Si te ha pasado es porque te lo has buscado, y yo estaba con el que te lo hizo”.

Por ello, el fiscal ha elevado de dos años y dos meses a tres años y medio de cárcel la petición de condena–ha endurecido la petición al incluir la agravante de reincidencia–por delito de lesiones con instrumento peligroso, junto con una indemnización de 12.600 euros, y la acusación particular ha mantenido invariable la suya de cuatro años y medio de prisión–incluye la agravante de deformidad–y el abono de 13.580 euros por lesiones y secuelas.

En el lado opuesto, el defensor ha pedido un fallo absolutorio por falta de pruebas y ha recordado que las acusaciones podían haber presentado las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento y no lo han hecho.


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