Reconoce haber mantenido relaciones con una de las víctimas, pero asegura que tuvieron lugar en Torre Pacheco y no en la finca
MURCIA, 26 (EUROPA PRESS)
El capataz acusado de haber agredido sexualmente, al menos, a seis trabajadoras de la finca que explotaba amenazándolas con acudir a la Guardia Civil o despedirlas ha negado los hechos durante la primera sesión del juicio que ha tenido lugar este lunes en la Sección número 3 de la Audiencia Provincial.
Cabe recordar que la Fiscalía ha pedido una pena que suma 95 años de cárcel para este individuo, acusado de explotar y atentar contra la libertad sexual de trabajadoras que se encontraban en situación irregular a las que seleccionaba previamente, imponiéndoles condiciones laborales y un trato vejatorio aprovechando su situación de especial vulnerabilidad.
El acusado, que ha comparecido con la ayuda de una intérprete, ha negado haber agredido a ninguna de las víctimas. No obstante, sí ha reconocido haber mantenido relaciones con una de ellas, pero ha asegurado que tuvieron lugar en el municipio de Torre Pacheco y no en la finca.
A preguntas de la Fiscal, ha recordado que llegó a España en 1989, está casado y cuenta con siete hijos. Un amigo le dejó un trozo de su finca hace cuatro o cinco años en el que se dispuso a criar gallinas y conejos y a cultivar plantaciones.
Ha recordado que empezó a llevar a mujeres a trabajar en el campo cuando estalló la pandemia de Covid, pero ha asegurado que no las llevaba a su finca, sino a las de otros agricultores. De hecho, ha puntualizado que llegó a trabajar para cinco jefes distintos.
Al ser preguntado por si seleccionaba a las trabajadoras, ha asegurado que él “no elegía nada”. “Mi amigo solo me decía que me pasara durante el día porque había cuatro mujeres que estaban esperando a que se las llevara”, ha añadido. Cada fin de semana, el dueño iba a la finca, pagaba a las empleadas “cuatro euros a la hora” tras una jornada de trabajo que se extendía de 8.00 a 16.00 y, posteriormente, le abonaba a él la gasolina, según su propio testimonio.
En este sentido, ha asegurado que solo llevó dos veces a mujeres a trabajar a su finca. En una de esas ocasiones las llevó para quitar hierbas y fue, precisamente, el mismo día en el que fue detenido. “Ese día quedé con dos mujeres, una dijo que estaba mala y otra insistió en venir conmigo para trabajar, y ahí es donde me hicieron la trampa de llamar a la Policía”, ha afirmado.
Ha asegurado que ese día dejó sola a la mujer en la finca, tras decirle que le iba a pagar 25 euros. Mientras tanto, él fue a recoger aceituna. No obstante, ha negado taxativamente haber mantenido relaciones sexuales con esa mujer ese día o en algún otro momento.
La Fiscal le ha preguntado por qué dijo entonces que sí había mantenido relaciones sexuales con ella cuando testificó en el Juzgado de Instrucción, a lo que el acusado ha señalado que “se equivocó” en la declaración. Ha asegurado que nunca ha mantenido relaciones sexuales con ella y que tampoco la amenazó para que no fuera a la Guardia Civil a denunciar. “Puedes ver a mi mujer, que está guapísima; si la comparas con las chicas, no tiene nada que ver”, ha llegado a afirmar.
SEGUNDA VÍCTIMA
Sí que ha reconocido haber mantenido relaciones sexuales con otra de las víctimas, pero no en la finca sino en el municipio de Torre Pacheco, en un campo donde juegan al fútbol. En cambio, ha señalado que no se acuerda del momento exacto en el que tuvo lugar, pero sí que tuvo lugar “dos o tres semanas antes” de que le capturara la Policía.
En cualquier caso, ha negado haberla agredido sexualmente hasta tres veces en la habitación de la finca en la que estaba el colchón. “Si fuera en el cuarto, lo diría”, según el acusado.
Al ser preguntado por una tercera víctima, el acusado la ha culpado de “ser la causante” de todo porque “la despidió su jefe y decidió vengarse” de él. Ha reconocido que llevó a la víctima con otras cuatro mujeres a la finca, pero nunca mantuvo relaciones sexuales con ella.
También ha negado haber agredido sexualmente a una cuarta víctima para, acto seguido, afirmar que “es una mujer mayor”. “Cómo va hacer eso”, ha exclamado.
LA FISCALÍA PIDE DECLARACIÓN A PUERTA CERRADA
La Fiscal ha pedido que las declaraciones se hagan a puerta cerrada para la protección de la intimidad y el respeto a las víctimas por la índole de los delitos. Además, ha pedido que se evite la confrontación visual con el acusado y que las víctimas puedan estar acompañadas en su testimonio por una persona de su confianza.
A este respecto, ha citado, por ejemplo, que en el procedimiento obra un vídeo en YouTube del entorno familiar del procesado en el que se amenazaba con sacar datos personales de las víctimas una vez acabado el juicio. Todo ello, unido a que la familia del investigado se ha manifestado durante el proceso delante del edificio de la Audiencia Provincial.
Todos los abogados de las víctimas se han adherido a esta petición. En cambio, el abogado de la defensa sí se ha mostrado conforme a que declaren con alguien de su confianza y se evite la confrontación visual con su cliente, pero ha rechazado la posibilidad de que las declaraciones se hagan a puerta cerrada.
En este sentido, el magistrado presidente ha aceptado disminuir la publicidad del acto exclusivamente para las declaraciones de las víctimas, que testificarán detrás de un biombo y acompañadas por una persona de su confianza que no deberá intervenir.
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