MADRID | TOLEDO, 26 (SERVIMEDIA)
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, defendió este lunes que las medidas de política fiscal que se adopten ante el recrudecimiento de la crisis sean “focalizadas y temporales”.
Durante su intervención en Toledo en un desayuno informativo organizado por Globalcaja y el Consejo de Cámaras de Comercio de Castilla-La Mancha, afirmó que estas medidas extraordinarias han de ser contenidas en el tiempo y centradas en los colectivos más dañados por la crisis, “dados los limitados márgenes de actuación fiscal y la elevada inflación”.
“Deben centrarse en los hogares de rentas más bajas, que son los que más padecen el impacto de la inflación, y en las empresas más vulnerables a esta perturbación. Y deben evitarse distorsiones significativas sobre las señales proporcionadas por los precios y la extensión de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto público”, añadió.
De modo paralelo, Hernández de Cos reafirmó su apuesta por el diseño “urgente” de “un programa creíble de consolidación fiscal gradual a medio plazo”, que “proporcione un marco de estabilidad a los agentes económicos”.
Como viene haciendo en sus últimas intervenciones públicas, el gobernador volvió a reclamar “un pacto de rentas que evite una espiral inflacionista”, que incluya compromisos plurianuales de incrementos salariales, donde las referencias nominales de la negociación deberían estar inspiradas en la evolución prevista de la inflación subyacente, y de protección del empleo.
Hernández aboga por que se atienda al “impacto asimétrico” de las perturbaciones actuales entre trabajadores, empresas y sectores, evitando “adoptar medidas excesivamente uniformes, que resultarían demasiado rígidas para algunos segmentos de agentes”. En su opinión, hacen falta “compromisos explícitos de moderación de los márgenes empresariales”.
Sobre la situación económica, comentó que la información disponible apunta a “una desaceleración de la economía española en los próximos meses tras la recuperación experimentada hasta el verano, en un contexto de incertidumbre muy elevada y de escalada de la inflación”.
En ese escenario, remarcó que “el pacto de rentas resulta crucial para evitar una espiral inflacionista, que tendría efectos potencialmente muy adversos sobre la actividad y el empleo”.
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