LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 23 (EUROPA PRESS)
Los obispos de las diócesis de Canarias y Nirvariense, José Mazuelos y Bernardo Álvarez, respectivamente, han indicado que se ha solicitado a las delegaciones de pastoral de migraciones que elaboren un borrador de un posible proyecto de “corredores de hospitalidad” para migrantes con el fin de poderlo presentar a la conferencia episcopal para que después pueda ser extendido al resto de las diócesis de España que quieran implementarlo.
Los obispos hacen este anuncio ante la celebración el próximo día 25 de septiembre de la jornada mundial del Migrante y Refugiado 2022 que este año se celebrará bajo el lema, elegido por el papa Francisco, ‘Construir el futuro con los migrantes y los refugiados’.
En una carta conjunta de las dos diócesis de Canarias, sus obispos señalan que el archipiélago forma parte de la frontera sur de Europa a la que llegan “permanentemente multitud de frágiles embarcaciones, cargadas de migrantes que se arriesgan buscando con desesperación la paz y el bienestar que les falta en sus países de origen”.
Añade que “muchos” mueren en ese intento por llegar a Canarias, convirtiéndose las costas “en cementerios, frustrando sueños e ilusiones de tantos niños, jóvenes y adultos, que son tragados por las aguas de este inmenso Océano”.
En relación con ello indican que según los datos de los que disponen “son más de 1.000 personas desaparecidas” en lo que va de año. “El espectáculo es siempre dantesco y normalmente despierta el dolor y la solidaridad de los hombres y mujeres de buena voluntad”, recoge.
Ante ello, en abril de 2022 se celebró el encuentro de delegados y voluntarios de pastoral migratoria de todas las Diócesis de España, convocados por la subsecretaría de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, donde se concluyó unánimemente poner en marcha “corredores de hospitalidad” y “facilitar entre todas” las organizaciones de la Iglesia el tránsito de los migrantes para “evitar su hacinamiento en las islas”.
De este modo, también se intenta colaborar con las instituciones públicas que “a veces tienen dificultad para hacerlo efectivo”, ya que desde las diócesis Canariense y Nivariense “no” se quiere “permanecer en silencio ni” se quieren poner “de perfil” porque “no” se puede “permanecer ajenos al dolor del hermano. El encuentro con el otro es también un encuentro con Cristo”.
Por ello, solicitan también la colaboración de los miembros de las diócesis, ya que en las circunstancias actuales puede ser un gesto “muy elocuente” y sería un “buen gesto de sinodalidad y una buena expresión” de que se está “en medio del pueblo, participando de sus dolores, sufrimientos y al lado de los más pobres y desfavorecidos, como hizo el Señor, que siempre manifestó una autentica predilección hacia ellos”.
La carta concluye encomendando a la Virgen María, a la que confían las esperanzas de todos los emigrantes y refugiados, al tiempo que le piden por todas las comunidades y colectivos sociales que los acogen.
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