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Un cliente de Villarejo: Se presentaba como abogado y presumía de expolicía como los “toreros o militares jubilados”

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Otra acusada dice que en 2013 no era tan conocido como ahora, que está “hasta en la sopa”

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

La defensa de un acusado de participar en la contratación de CENYT, la empresa de José Manuel Villarejo, desde el despacho de abogados Herrero y Asociados para que espiara a un bufete de la competencia, ha asegurado en el juicio que el expolicía se presentaba como abogado y hacía gala de haber “sido comisario” en un alarde de orgullo propio de los “toreros o militares jubilados”.

Durante su último alegato en la Audiencia Nacional (AN), la defensa de Andrés Medina, acusado en la pieza separada ‘Iron’ como socio y director general de Herrero y Asociados, ha descargado en el presidente del despacho, Francisco Carpintero, la responsabilidad de contratar los servicios privados de Villarejo. Su defendido, ha dicho, “no tenía capacidad de encargar nada y no supo del encargo”.

Y ha reprochado a las acusaciones, incluida la Fiscalía, de implicar a Medina en estos hechos a partir de la grabación, realizada a escondidas por el comisario, de una reunión que tuvo lugar en julio de 2013 en las oficinas de CENYT, donde acudió la cúpula de Herrero y Asociados para ver si Villarejo podía ayudarles a investigar al despacho Balder, que les estaba quitando empleados.

El letrado de Medina ha señalado que la grabación demuestra que Villarejo se presentó en esa reunión como abogado, que las referencias a su condición de agente las hizo “en pasado” y que sus clientes desconocían que continuaba en las filas de la Policía.

Por ello, el abogado ha recriminado a las acusaciones que hayan “olvidado que hay ciertas profesiones como los toreros, los sacerdotes o los militares que, aunque estén jubilados, hablan en primera persona” porque “parece” que así se les da “carácter”.

Así, ha pedido que se anule la grabación efectuada por Villarejo, argumentando que desde Herrero y Asociados acudieron a esa reunión de julio de 2013 pensando que CENYT era una empresa que ofrecía servicios de inteligencia y asesoría jurídica, es decir, que el entonces todavía policía era un simple abogado que debió haber pedido permiso a sus clientes para poder grabar el encuentro. Al no hacerlo, violó la “confidencialidad” exigida por la Abogacía.

Esa grabación “no debe surtir prueba directa o indirectamente”, pues supone una “vulneración” y un “daño irreparable” del “derecho fundamental de los clientes a nos ser grabados”, ha indicado.

COMPETENCIA DESLEAL

Y ha hecho hincapié en que la contratación la efectuó meses después Francisco Carpintero “desde la opacidad” en un “clima irrespirable”: “No se sabía quién iba a saltar para Balder”.

Por su parte, la defensa de María Ángeles Moreno, que fue directora del departamento de marcas externas del despacho, ha apuntado también al presidente como el único capaz de decidir el encargo, su precio y las condiciones. Además, ha señalado que ella no sabía que CENYT empleaba métodos “ilícitos” y que creía que el encargo se limitaba a denunciar a Balder por competencia desleal.

Su letrado ha solicitado su absolución, si bien ha reconocido que ella fue quien recomendó la contratación de CENYT porque un familiar le había hablado de la misma, pero que cuando se lo comentó a sus jefes desconocía que Villarejo, además de abogado, era un policía.

Así, ha querido remarcar al tribunal que la contratación de CENYT ocurrió durante el año 2013, “cuando ninguno conocía la existencia del señor Villarejo y mucho menos que fuera un comisario de la Policía, y no como en la actualidad, que está hasta en la sopa”.

Desde la defensa de Herrero y Asociados han esgrimido, por un lado, que la compañía es inocente debido a la “inexistencia de responsabilidad penal” frente a los presuntos delitos de cohecho y revelación de secretos y, por otro, que habrían prescrito.

La pieza ‘Iron’ fue archivada por el ex juez instructor Diego de Egea, pero en 2019 la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ordenó reabrir la investigación al entender que si se analizan “pormenorizadamente” los indicios expuestos por la Fiscalía y la documentación aportada, se podría concluir que la participación de los investigados en los hechos “revisten caracteres delictivos”. En este juicio, el primero al que se enfrenta Villarejo en la AN, se juzgan tres piezas separadas de ‘Tándem’: ‘Iron’, ‘Land’ y ‘Pintor’.


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