Una ONG eleva a más de 30 los manifestantes muertos por la represión de las movilizaciones
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El balance de muertos en el marco de las protestas registradas durante los últimos días en Irán tras el fallecimiento de una mujer después de ser detenida por llevar mal puesto el velo, ha ascendido a 17, tal y como han recogido los medios locales.
Según las informaciones recogidas por la cadena de televisión iraní Al Alam, entre los muertos figuran tres miembros de la fuerza paramilitar Basij que han sido apuñalados o tiroteados por asaltantes no identificados durante las últimas horas en disturbios en Mashhad, Qazvin y Tabriz.
Sin embargo, la organización no gubernamental Iran Human Rights (IHR) ha asegurado que al menos 31 civiles han muerto en el marco de las protestas y ha denunciado cortes en el servicio de Internet. “Las protestas a nivel nacional por parte del pueblo iraní continúan para protestar por el asesinato de Mahsa Amini. Hasta ahora han sido asesinados al menos 31 civiles”, ha apuntado.
Así, IHR ha apuntado en una serie de mensajes publicados a través de su cuenta oficial en la red social Twitter a la existencia de “informaciones sobre arrestos en masa de manifestantes y activistas civiles” y ha pedido a la comunidad internacional que “reaccione” y “evite el asesinato masivo de población iraní”.
El director de la ONG, Mahmud Amiri Moqadam, ha afirmado que la población “ha salido a las calles para pedir derechos fundamentales y dignidad, algo que les ha sido negado por los líderes de Irán desde hace más de cuatro décadas” y ha lamentado que “el Gobierno responda con balas ante sus protestas pacíficas”.
“Las condenas y las muestras de preocupación por parte de la comunidad internacional ya no son suficientes. La comunidad mundial y la gente que respeta los Derechos Humanos deben apoyar las demandas del pueblo iraní”, ha recalcado.
Las movilizaciones han tenido su epicentro en las zonas de mayoría kurda del noroeste del país, si bien se han extendido a numerosas ciudades, incluida la capital, Teherán. Asimismo, las autoridades han denunciado la presencia de agitadores para ejecutar actos de violencia en medio de las protestas.
Amini, de 22 años y miembro de la minoría kurda iraní, fue detenida el 13 de septiembre en Teherán por vestir de forma inadecuada y falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos.
La Policía de Teherán salió el lunes al paso de la polémica y aseguró que la muerte de Amini fue un “incidente desafortunado”, mientras que el presidente iraní, Ebrahim Raisi, habló el domingo por teléfono con la familia y prometió una investigación minuciosa para esclarecer lo ocurrido.
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