MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, explicó este miércoles que España defiende en Bruselas que el objetivo de reducción del 5% de la electricidad consumida sea “flexible” en función de la realidad de cada país.
Así lo indicó Ribera tras reunirse junto al ministro de Consumo, Alberto Garzón, con distintas asociaciones de consumidores en el marco de la elaboración del plan de contingencia energética.
Según Ribera, dicha flexibilidad será una de las demandas de la delegación española en la reunión del consejo extraordinario de Energía que tendrá lugar el próximo 30 de septiembre con el objetivo de acordar nuevas medidas para mitigar el impacto de la guerra en Ucrania.
“En una situación así lo más eficaz es reaccionar unidos, con medidas que estén concertadas a nivel europeo”, apuntó Ribera, quien destacó que “es lo que España reclama desde junio del 21”.
“Cuanto más seamos capaces de dar respuestas homologables en todo el territorio y de dar señales claras a los intermediarios y los operadores internacionales más fácil es poder responder de manera eficaz protegiendo a nuestros consumidores y poner en valor las complementariedades que tenemos entre los estados miembros”, añadió.
Sin embargo, en referencia a su petición de flexibilidad, señaló que “cada cual procede de una realidad diferente”, ya que, por ejemplo, los posibles problemas de Alemania para garantizarse el suministro sin el gas llegado por gaseoducto desde Rusia no se producen en España al depender del GNL llegado en barco.
Por ello, advirtió de que “adoptar medidas para proteger a los consumidores que lo pueden pasar peor este invierno, fundamentalmente los del centro y el norte de Europa, no puede hacerse a costa de una capacidad de transformación imprescindible en aquellos Estados miembros donde estamos en condiciones de seguir avanzando en la transformación de nuestro sistema energético”.
A este respecto, indicó que “una reducción del consumo eléctrico es siempre una buena cosa siempre y cuando sea porque seamos más inteligentes en la gestión de nuestra demanda a lo largo del día, porque seamos capaces de incentivar eficiencia, pero simultáneamente sabemos que, para poder transformar nuestro sistema energético tenemos que electrificar usos finales y asegurar que no se penaliza a los consumidores o no se incentiva la destrucción de la demanda no por eficiencia sino por racionamiento o por limitación de la capacidad”.
Por todo ello, concluyó que la reducción del consumo se debe llevar a cabo garantizando que “no se convierta en un acicate que impida la transformación de nuestro sistema energético y que no se introduzcan medidas que no tengan más respuesta que la destrucción de la demanda cuando no se necesite destruir demanda”.
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