MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Alrededor de 16,2 millones de vehículos en España tiene más de 15 años de media (un 44% del total) y su implicación en los siniestros mortales se ha triplicado en una década, periodo durante el que fallecieron cerca de 2.700 personas que viajaban a bordo de coches con esa antigüedad.
Así se desprende del estudio ‘Coches obsoletos, riesgo real. Influencia de la antigüedad del parque automovilístico en la accidentalidad (2011–2020)’, elaborado por la Fundación Línea Directa en colaboración con Centro Zaragoza.
El estudio, presentado este miércoles en una rueda de prensa telemática por Mar Garre, directora general de la Fundación Línea Directa, indica que la antigüedad media del parque automovilístico en España ascendió el año pasado a 13,5 años (un 38% más que en 2011), con unos 22,9 millones de vehículos con más de 10 años (un 66% del total) y unos 16,2 millones con más de 15 años (un 44%). “Se ha quedado definitivamente obsoleto”, sentenció Garre.
La Comunidad de Madrid, Cataluña y Baleares son las regiones con una menor antigüedad del parque automovilístico, mientras que los coches más viejos se encuentran de media en Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
Además, durante la última década se ha triplicado el porcentaje de coches de más de 15 años que se han visto implicados en siniestros mortales, al pasar de un 15% en 2011 a un 44% en 2020, y en este periodo han fallecido casi 2.700 personas que viajaban en esos vehículos. Del mismo modo, la proporción de accidentes con heridos graves en coches de más de 15 años se ha multiplicado por tres (de un 12% en 2011 a un 39% en 2020).
MENOS MATRICULACIONES
A ello se añade que las matriculaciones de vehículos nuevos “se han desplomado totalmente”, según Garre, al descender un 35% en los últimos tres años para retroceder a niveles de 2014. En cambio, la venta de coches usados ha descendido un 5% desde 2018, de manera que en el último trienio se han adquirido 2,3 vehículos de ocasión por cada automóvil nuevo.
Esta situación se produce en “un entorno complejo y difícil”, según Garre, en el que se combina el incremento de la inflación (un 10,4% el pasado mes de agosto), con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos; una mayor conciencia medioambiental y la puesta en marcha de medidas restrictivas para los coches de combustión; una crisis de suministros que ha ralentizado la entrega de turismos; la concatenación de crisis económicas en 2008, 2020 y 2022, y el encarecimiento del combustible (el diésel ha subido un 40% este año y la gasolina, un 21%).
A todo ello se añade que el gasto medio de mantenimiento de los vehículos ha bajado un 20% en la última década (lo que tiene su reflejo en que uno de cada cinco vehículos presenta deficiencias graves o muy graves) y un 40% no pasaron la ITV el año pasado cuando debía hacerlo, según la Fundación Línea Directa, para la cual reducir la antigüedad de los vehículos a menos de 10 años supondría salvar hasta 260 vidas al año.
Garre consideró “importante” renovar el parque automovilístico porque vehículos más nuevos ofrecen más prestaciones de seguridad, necesitan un menor mantenimiento y contaminan menos. No obstante, apuntó que, con datos comparables en 2019, España es el tercer país de la UE con una mayor antigüedad de los vehículos, solo por detrás de Grecia y Portugal.
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