MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Un tribunal de Pakistán ha ordenado este lunes retirar los cargos por terrorismo contra el ex primer ministro Imran Jan por unas declaraciones durante una manifestación en agosto en la capital, Islamabad, que fueron consideradas como una amenaza hacia una juez y varios altos cargos de las fuerzas de seguridad.
El Tribunal Supremo de Islamabad ha señalado que, tras la retirada de estos cargos, los procedimientos seguirán en marcha en lo relativo al resto de acusaciones vertidas contra Jan, incluidas las relativas a “insultos intencionados para provocar una violación de la paz”, “intimidación” y “desobediencia”, según ha recogido el diario paquistaní ‘Dawn’.
Jan criticó el 20 de agosto durante una protesta en Islamabad al aparato de justicia por mantener una actitud supuestamente “sesgada” hacia su partido, Pakistan Tehrik-e-Insaf (PTI), y destacó que tendrían que asumir “consecuencias”. Así, apuntó directamente hacia la jueza Zeba Chaudhri y amenazó con presentar demandas contra el inspector general de la Policía de Islamabad y su ‘número dos’.
Asimismo, insinuó que la Policía obedecía “órdenes de arriba” en sus presuntas torturas contra su principal asesor, Shahbaz Gill, de quien ha llegado a asegurar que fue víctima de abusos sexuales bajo custodia en un caso de presunta sedición. “Cada vez que les hemos preguntado nos decían que no tenían culpa de nada, que les dieron patadas en el culo para que siguieran las órdenes”, manifestó.
Durante su discurso, el ex primer ministro también reiteró que había sido víctima de una conspiración internacional, con la connivencia de las fuerzas de seguridad, que desembocó en la moción de censura que le costó el cargo en abril pasado, después de que el Supremo revocara su decisión de disolver el Parlamento y convocar elecciones para intentar evitar que la votación tuviera lugar.
El actual primer ministro de Pakistán, Shebhaz Sharif, atraviesa una grave crisis política desencadenada por la moción de censura de su predecesor, Jan, así como un momento de incertidumbre por la falta de liquidez, por lo que tiene que convencer al Fondo Monetario Internacional (FMI) para liberar fondos y atajar la situación económica de la antigua colonia británica.
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