SEVILLA, 16 (EUROPA PRESS)
El director general de Consumo, José Agustín González, ha señalado la importancia de minimizar la exposición a pantallas en las edades más tempranas y ha abogado por fomentar la educación digital para proteger a los menores en el uso de Internet.
González ha detallado a través de un comunicado que el consumo responsable y seguro de Internet “requiere una adecuada educación digital a la población infantil y juvenil, complementada con una vigilancia o control activos”.
Organismos como el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) o la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) advierten de contenidos que pueden ser inapropiados, tales como imágenes inadecuadas –por la edad, madurez, sensibilidad, la temática o el tratamiento de la misma– o la pérdida de privacidad por la publicación excesiva de información privada (en redes sociales).
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado inciden además en otros peligros frecuentes que afectan a las personas menores de edad, como casos en los que son víctimas de suplantación de identidad, de ‘sexting’, de ciberbullying o de ‘grooming’.
El director general de Consumo ha recordado a los padres y las madres la “importancia del acompañamiento y la mediación familiar de cara a educar a los niños en el uso seguro y responsable de Internet, así como de informarse sobre las amistades que tienen en la red, las aplicaciones que utilizan, y de recordar en todo momento los riesgos que conlleva un uso inadecuado”.
“Es necesario complementar estas medidas con el diálogo, que hagan partícipes a los niños, y les hagan comprender los motivos de las medidas que se hayan tomado”, ha señalado González.
Entre las medidas que se pueden adoptar, ha señalado el establecimiento de unas reglas y horarios de uso; la adaptación de sus horarios escolares y de estudio a la utilización de ordenadores; el control de tiempo de uso de teléfonos móviles o computadoras, en especial de Internet; recordar los peligros para la intimidad y de la exposición a contenidos inadecuados; el monitoreo para conocer los sitios web y aplicaciones usados; la instalación de filtros y programas de control parental para limitar el acceso a determinadas actividades.
González ha destacado el trabajo de “concienciación constante” que se realiza desde Consumo Responde, y también ha apuntado que existen webs especializadas apropiadas para informarse sobre esta temática, como el propio Incibe o el portal Internet Segura for Kids (IS4K), que promueven el uso seguro y responsable de Internet y las nuevas tecnologías entre niños y adolescentes.
Los riesgos de un uso incorrecto no sólo tienen que ver con contenidos inadecuados, sino que además, en estas edades, podrían resultar perjudiciales para la salud y el desarrollo cognitivo, en especial por el uso de las pantallas y una excesiva exposición a su luz desde tempranas edades.
En este sentido, hay que recordar recomendaciones como las lanzadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que apuntan que personas menores de dos años no deberían exponerse a las pantallas (TV, teléfonos, ordenadores, entre otros), y limitar a una hora diaria esa exposición desde los dos a los 12 años. El tiempo recomendable desde los 12 años en adelante es de dos horas diarias.
Una excesiva exposición a los dispositivos digitales, especialmente en menores de dos años, afecta negativamente a su desarrollo cognitivo, repercutiendo en habilidades como las sociocomunicativas, puesto que se reduce su interacción con otras personas, además de que fomenta el sedentarismo, y afecta también a su salud ocular, debido a la exposición prolongada a la luz de las pantallas, siendo más perjudicial cuando el uso de pantallas se realiza de noche.
González ha sugerido que “no hay que ver al móvil como un enemigo, ya que es una herramienta que usándola con racionalidad puede ser muy positiva y útil, eso sí, evitando la hiperconectividad, ya que estar conectado al móvil en exceso paradójicamente evita que estemos comunicados, es la diferencia entre el uso y el abuso”.
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