MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha avanzado que el próximo año estará operativo y plenamente habilitado el registro central de información sobre la violencia contra la infancia y la adolescencia, para descubrir “la base del iceberg” de este problema.
“Casos como el de Saray, una niña de 10 años que pensó que no merecía la pena seguir viviendo el bullying racista y machista absolutamente insoportable, o el de Izan, con burlas gordófobas el día de su cumpleaños, nos interpelan a ir más rápido y a hacer más”, ha subrayado Belarra este jueves en el acto ‘Escuelas libres de violencias: El papel de los coordinadores de bienestar y protección’, que se ha celebrado en la Casa Encendida.
La ministra de Derechos Sociales ha asegurado que van a poner “todos los recursos” porque no se trata de “casos aislados” sino “solo la punta del iceberg”. Además, ha puesto en valor la actuación del hermano de Izan, que no se calló y denunció los insultos, pero ha precisado que lo habitual es que el bullying se sufra en soledad, como Saray, cuyo caso hace una semana conmocionó a toda la sociedad pues mostró “la cara más cruda de la violencia contra la infancia”.
Por ello, Belarra ha advertido de que es “imprescindible” ser conscientes de que “la violencia no es una cuestión privada” y hay que “sacarla de las casas, de los colegios y los centros deportivos”. En esta senda, según ha precisado, camina la Ley de protección a la infancia, conocida como ‘Ley Rhodes’.
Precisamente, con esta norma, el Gobierno se comprometió a crear un registro central de información sobre la violencia contra la infancia y adolescencia, que estará operativo el próximo año y que permitirá tener “datos fiables, oficiales y unificados” sobre este problema.
En este contexto, la ministra ha destacado la figura del coordinador de bienestar y del delegado de bienestar que “va a jugar un rol clave” a partir de este curso porque no solo trabajará para poner en marcha los planes de prevención sino que también pueden acudir a él los propios niños, profesores y familias para denunciar una situación de acoso, y también podrán pasar a la acción en contacto con los servicios sociales y las fuerzas de seguridad.
“Los niños estarán acompañados, comprendidos, escuchados, siempre habrá una persona dispuesta a ofrecerles recursos. Será una figura de referencia para que ninguna víctima vuelva a sentirse sola”, ha remarcado.
Finalmente, ha recordado a todas las personas que en el pasado han sufrido bullying, “a los que les insultaron reiteradamente en el recreo, a los que les dijeron que su sufrimiento no importaba, a los que les llamaron gordos, putas, feas, maricones, a los que agredieron en la escuela, en el club deportivo, a los que sufrieron porque se difundió información íntima, los que recibieron mensajes de odio y hostigamiento en redes sociales o agresiones por parte del adulto que tenía que protegerles”. “Para ellos llega tarde pero espero que les sirva en el proceso de reparación”, ha zanjado.
- Te recomendamos -