MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
Save the Children ha denunciado la falta de protección de los niños y adolescentes migrantes en la ruta de los Balcanes, donde son maltratados sistemáticamente por la Policía y los traficantes de personas.
El informe ‘Wherever we go, someone does us harm’ (‘Dondequiera que vamos, alguien nos hace daño’) publicado este martes por la ONG ha alertado de que casi dos tercios de los entrevistados habían sufrido o sido testigos de abusos sexuales contra un niño o niña. Con frecuencia, han señalado, también son explotados laboralmente y reclutados para trabajos delictivos y sexuales.
Los menores detallaron a Save the Children que habían viajado en coches sobrecargados, dormido en el bosque con el riesgo de sufrir ataques de animales salvajes y permanecido en casas ocupadas donde habían sufrido amenazas de abusos.
La ONG ha señalado que las políticas de “disuasión y contención” adoptadas por la Unión Europea y los países de la región de los Balcanes están entre las causas de esta problemática. “Las condiciones de acogida inadecuadas, y a menudo inhumanas, en campamentos de tipo carcelario agravan el sufrimiento de la infancia, y la falta de apoyo adecuado en materia de salud mental aumenta el riesgo de sufrir daños psicológicos”, han denunciado.
Asimismo, la directora de Save the Children en Europa, Ylva Sperling, ha denunciado que la falta de protección en las fronteras europeas tiene “consecuencias terribles para la infancia”. “El abrumador énfasis de Europa en disuadir las llegadas significa que los niños y niñas son sometidos a una violencia espantosa por parte de la policía y los guardias fronterizos”, ha asegurado.
Sperling ha llamado a los países europeos a proporcionar rutas seguras a los niños refugiados y migrantes para que “no tengan que seguir enfrentando los calvarios documentados en el informe”.
Estas experiencias fueron transmitidos en primera persona a la ONG. “Nos detuvo la Policía. Nos dijeron que nos sentáramos, y todos nos sentamos; luego seleccionaron a dos personas del grupo y las golpearon (…) Luego nos dijeron, venga, vamos, hacia alguna carretera. Empezamos a movernos, uno de ellos se puso a un lado con una vara, nos dijo que fuéramos en fila india, y a medida que la gente pasaba por delante de él, les pegaba”, contó Basit, un chico de 16 años.
Amad, de la misma edad también sufrió violencia policial. “La Policía me dijo: ‘¿Tienes realmente 15 años?’ y luego me dio dos bofetadas. Luego me dijeron: ‘Estás mintiendo, no tienes 15 años, tienes 20”.
“Mientras viajábamos en un barco en la oscuridad, cuando la Policía no debía vernos ni oírnos, uno de los niños empezó a llorar en los brazos de la madre. El contrabandista cogió al niño de los brazos de la madre y lo tiró por la borda para silenciarlo o para protegerse. La madre empezó a discutir con él, intentó gritar, y entonces el contrabandista la empujó también por la borda y nadie sabe dónde están ahora. Es una historia real que nadie conoce”, expresó Sarina, de 19 años.
El director del Programa del Centro de Migración y Desplazamiento de los Balcanes, Bogdan Krasic, ha advertido que la exposición múltiple y prolongada a la violencia, puede tener “efectos nocivos en su desarrollo” y “socavar su capacidad de integrarse”.
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