MADRID, 13 (SERVIMEDIA)
La transición hacia un sistema energético 100% limpio alrededor de 2050 ahorraría al mundo al menos 12 billones de dólares (uno 11,85 billones de euros) en comparación con continuar con los niveles actuales de uso de combustibles fósiles.
Esa es la principal conclusión de un estudio revisado por pares, realizado por investigadores de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y publicado este martes en la revista ‘Joule’.
La investigación muestra un escenario en el que todos ganan, en el que la transición rápida a la energía limpia da como resultado costes más bajos del sistema de energía que un sistema de combustibles fósiles, al tiempo que proporciona más energía a la economía global y amplía el acceso a la energía a más personas en todo el mundo.
Ese escenario de transición rápida muestra un futuro posible realista para un sistema de energía libre de combustibles fósiles alrededor de 2050 y proporcionaría un 55% más servicios de energía en el ámbito mundial que en la actualidad al aumentar la energía solar, eólica, baterías, vehículos eléctricos y combustibles limpios como el hidrógeno verde.
“Los modelos anteriores, que predicen altos costes para la transición a la energía sin carbono, disuadieron a las empresas de invertir y pusieron nerviosos a los gobiernos sobre el establecimiento de políticas que acelerarán la transición energética y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Pero los costes de la energía limpia han caído drásticamente durante la última década, mucho más rápido de lo que esperaban esos modelos”, indica Rupert Way, investigador postdoctoral en la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente de la Universidad de Oxford.
Way añade que “la ampliación de las tecnologías ecológicas clave seguirá reduciendo sus costes”. “Cuanto más rápido avancemos, más ahorraremos. Acelerar la transición a la energía renovable es ahora la mejor apuesta no solo para el planeta, sino también para los costes de energía”, apunta.
“SIMPLEMENTE INCORRECTO”
Los investigadores analizaron miles de escenarios de costes de transición producidos por los principales modelos energéticos y utilizaron datos sobre 45 años de costes de energía solar, 37 años de costes de energía eólica y 25 años de almacenamiento de baterías.
Descubrieron que el coste real de la energía solar se redujo dos veces más rápido que las proyecciones más ambiciosas de estos modelos, lo que reveló que, en los últimos 20 años, los modelos anteriores sobreestimaron considerablemente los costes futuros de las tecnologías clave de energía limpia en comparación con la realidad.
“Existe una idea errónea generalizada de que cambiar a energía limpia y verde será doloroso, costoso y significará sacrificios para todos nosotros, pero eso es simplemente incorrecto”, precisa Doyne Farmer, de la Universidad de Oxford.
Farmer subraya al respecto: “Los costes de las energías renovables han tenido una tendencia a la baja durante décadas. Ya son más baratos que los combustibles fósiles en muchas situaciones y, según muestra nuestra investigación, serán más baratos que los combustibles fósiles en casi todas las aplicaciones en los próximos años. Y, si aceleramos la transición, se abaratarán más rápido. Reemplazar completamente los combustibles fósiles con energía limpia para 2050 nos ahorrará billones”.
El estudio muestra que los costes de las tecnologías de almacenamiento clave, como las baterías y la electrólisis de hidrógeno, probablemente también se reduzcan drásticamente. Mientras tanto, los de la energía nuclear han aumentado constantemente durante las últimas cinco décadas.
“El mundo se enfrenta a una crisis de inflación, una crisis de seguridad nacional y una crisis climática simultáneas, todas causadas por nuestra dependencia de combustibles fósiles de alto coste, inseguros, contaminantes y con precios volátiles”, resume Farmer.
Desde la invasión de Ucrania por parte de Rusia, los costes de la energía fósil se han disparado, lo que ha contribuido al incremento de inflación en todo el mundo. Este estudio, realizado antes de esa crisis, tiene en cuenta tales fluctuaciones utilizando datos de precios de combustibles fósiles de más de un siglo.
La investigación indica que la respuesta a la crisis debe incluir acelerar la transición a energía limpia y de bajo costo lo antes posible, ya que esto traerá beneficios tanto para la economía como para el planeta.
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