Testigos apoyan la versión del acusado de que ella no quería ser atendida y que ambos vivían en condiciones antihigiénicas
BARCELONA, 12 (EUROPA PRESS)
El acusado de dejar morir a su pareja en 2018 en Manresa (Barcelona) ha negado los hechos y ha defendido que la mujer “no quería atención médica”, motivo por el cual no llamó antes a urgencias.
Lo ha dicho en su declaración durante el juicio con jurado popular en la Audiencia de Barcelona, en el que ha explicado que, tres meses antes de fallecer, la mujer estuvo encamada por problemas respiratorios y de circulación: “No iba al médico porque como ella era médico se cuidaba ella. Yo quería que fuera, pero ella no quería ir de ninguna manera y se enfadaba si le decía de ir”.
Asimismo, ha explicado que “no dejaba entrar a nadie en casa, decía que no tenían por qué entrar, además de que la casa hacía mal olor y le daba vergüenza”.
“La casa estaba sucia porque nos habíamos abandonado. Yo quería limpiar la casa, pero me cansaba. Estaba impotente, como colapsado”, ha manifestado el hombre, y ha explicado que recibieron la visita de los Servicios Sociales porque desde fuera el olor era evidente.
En diciembre de 2018, el acusado finalmente llamó a emergencias porque notó que la mujer estaba muy mal, y le dijo que “antes iba la vida que la vergüenza”, pero ella se enfadó porque la traicionó, según ha dicho.
La mujer acabó falleciendo a causa de un shock séptico causado por múltiples úlceras y llagas infectadas por todo el cuerpo, además de una importante pérdida de tejidos y larvas en el cabello y, unos días más tarde, el acusado fue detenido cuando los Mossos d’Esquadra iniciaron una investigación.
La Fiscalía pide 13 años de prisión por un presunto delito de homicidio, aunque alternativamente reclaman cinco años por presunto homicidio por imprudencia grave y una multa de 1.800 euros por omisión del deber de socorro, mientras que su defensa pide la absolución.
TESTIGOS
Una de las testigos ha explicado que tenía un negocio de estética en el bloque y que cambió de local porque el sitio olía muy mal, y una trabajadora de Servicios Sociales ha expresado que se reunió tres veces con la pareja por temas de deudas de luz –aunque nunca le dejaron subir al piso–, y que le llamó la atención “la precariedad y la falta de higiene personal”.
El hermano de la víctima ha explicado que su hermana era especial, con vida solitaria y, al preguntarle la defensa del acusado si ella era médico, ha expresado: “Ella decía que sí, pero yo creo que no. Nunca vi ningún título ni nada. Con la mano en el corazón, yo no creo que lo fuera, eso se lo decía a mi madre para que estuviera tranquila”.
Por su parte, la doctora que la atendió en urgencias ha asegurado que la mujer se encontraba en una situación deplorable de higiene –versión que han sostenido los peritos–, y ha dicho que ella no quería ser asistida: “Tenía muchas lesiones sobreinfectadas, no es habitual ver un paciente así. Nunca había visto a ningún paciente en ese estado. Se negaba a que la tratáramos”.
El pastor de la iglesia cristiano evangelista a la que asistían ha explicado que, años atrás, cuando la mujer no se encontró bien, intentó visitarla pero ella se negó, y que un día fue a su casa a traerle comida y notó olor a sucio, momento en el que llamó a los hermanos de la iglesia para que le ayudaran a limpiar la casa: “Tardamos dos días en limpiarla. Todo estaba sucio. Era muy desagradable incluso para la mirada”.
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