MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Los siniestros forestales han calcinado más de 250.000 hectáreas en España a lo largo de este año, lo que supone la cifra más alta desde 1994, pese a que quedan poco menos de cuatro meses para que concluya 2022.
Los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a los que tuvo acceso Servimedia, indican que un total de 251.550,17 hectáreas quedaron arrasadas por el fuego entre el 1 de enero y el 4 de septiembre de este año, esto es, 3,5 veces más que la media del último decenio.
Con algo menos de un cuatrimestre para que finalice 2022, este año es ya el peor en superficie quemada por el fuego desde 1994, cuando quedaron incendiadas 437.602,50 hectáreas en esos 12 meses.
En cuanto al último decenio, 2012 es el segundo en el ranking de superficie calcinada entre el 1 de enero y el 4 de septiembre (201.031,81 hectáreas) y 2017 ocupa el tercer puesto (88.406,59). En cambio, 2018 se mantiene como año de la década con menos terreno arrasado por las llamas (20.438,40).
Además, en lo que va de 2022 se han producido 54 grandes incendios forestales (es decir, cuando queman más de 500 hectáreas), cuando el promedio de la década es de 15. Hubo 39 en 2012, 21 en 2017 y 16 en 2021.
Entre el 1 de enero y el 4 de septiembre de este año se registraron 8.585 siniestros forestales, de los que 2.658 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 5.927 conatos (con menos de una hectárea quemada).
De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,905% del territorio nacional, un total de 18.127,70 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 123.918,97 hectáreas de matorral y monte abierto, y 109.503,50 de superficie arbolada.
ZONAS GEOGRÁFICAS
Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentró un 45,49% de los incendios y conatos forestales en lo que va de año, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (concretamente, las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 36,78%; el área mediterránea, con un 17,28%; y Canarias, con un 0,45%.
En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 49,69% pertenece al noroeste; un 30,17% a las comunidades interiores; un 19,04% al área mediterránea; y un 1,10% a Canarias.
La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en el noroeste (48,36%), por delante de las comunidades interiores (38,49%), el área mediterránea (10,65%) y Canarias (2,50%).
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