CÓRDOBA, 10 (EUROPA PRESS)
La sede de la Fundación Cajasur se ha trasladado esta semana, desde sus dependencias en la hasta ahora sede central de Cajasur Banco en Ronda de los Tejares de Córdoba, al Palacio de Viana, también en la capital cordobesa, más concretamente al anexo al histórico inmueble, que ocupaba antiguamente la denominada Casa de los Guardeses.
Ese traslado, según han informado a Europa Press fuentes de Cajasur, se ha producido “como consecuencia de la reunificación de todos los servicios centrales y bancas especializadas” de Cajasur Banco en el edificio de la entidad en Gran Capitán, en cuya reforma para ello se han invertido ocho millones de euros y que, también desde esta semana, es la nueva sede central del banco, tras dejar el edificio de Ronda de los Tejares, que compartía con su Fundación.
Igualmente, el traslado de la sede de la Fundación Cajasur al Palacio de Viana ha requerido de la ejecución previa de obras de rehabilitación, que han durado cuatro meses, y que han consistido básicamente en hacer accesible el edificio.
Así, en la nueva sede de la Fundación Cajasur, que dispone de 350 metros cuadrados en el anexo al Palacio de Viana, “se ha procedido a la instalación de un ascensor y a la eliminación de otras barreras arquitectónicas, además de a la habilitación de las dependencias de trabajo del personal de la Fundación”.
El Palacio de Viana, convertido en Museo del Territorio, se ha convertido también en uno de los principales ejes vertebradores de la vida cultural de la capital cordobesa, con la programación de un extenso y variado programa musical, de teatro, conferencias y exposiciones, siendo también un destacado atractivo turístico, que este año espera alcanzar, al menos, la cifra de visitantes previa a la pandemia, que fue de 193.000 turistas en 2019.
Así lo destacó ya en su momento, en declaraciones a Europa Press, el que desde el pasado marzo es el nuevo director de la Fundación Cajasur, Leopoldo Izquierdo, que igualmente se mantiene como máximo responsable del Palacio de Viana, y quien este año está dando preferencia, desde la Fundación y con sus “más de seis millones de euros” de presupuesto, a “contrarrestar”, con su acción social, “las consecuencias de la pandemia y también de la guerra de Ucrania”.
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