PALMA, 10 (EUROPA PRESS)
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares celebrará el próximo miércoles una vista previa por el juicio a un entrenador de rugby acusado de abusos a una jugadora del equipo menor de edad. La Fiscalía pide para él seis años de cárcel.
El acusado era el entrenador de un equipo de rugby en Mallorca y en 2016, cuando tenía 22 años, fue designado encargado del equipo alevín sub-14 del que formaba parte la víctima, que tenía entonces 12 años.
La Fiscalía acusa al hombre de haberse aprovechado de la superioridad que le confería su condición de entrenador, ya que, según la acusación, se había convertido en un referente para la menor por conocerla desde la infancia, “ser el rugby su pasión y su vocación de llegar a ser jugadora profesional”. El fiscal destaca también la diferencia de edad “y por tanto de desarrollo emocional, cognitivo y social”.
De este modo, el fiscal sostiene que el acusado, en ocasiones en los que se encontraba con la niña a solas tras los entrenamientos o durante los viajes del equipo, presuntamente le dio palmadas y caricias en el trasero, besos en la comisura de la boca, abrazos prolongados en los que le rozaba los senos y masajes en las partes interiores de los muslos con intentos de alcanzar y tocarle la zona genital.
También recoge que al terminar algunos partidos, supuestamente se sentaba a sus piernas con el pretexto de felicitarla por su buen juego y le indicaba los tangas que le gustaba que llevara.
La Fiscalía también incluye en su escrito que hasta 2019 mantuvo conversaciones de WhatsApp “con intención de sexualizar gradualmente los vínculos y la forma de relacionarse” con la menor, intentando que le enviara fotos desnuda o proponiéndole encontrarse a solas para mantener relaciones sexuales o incluso mantener sexo con otros hombres. En diciembre de 2019 el padre de la menor interpuso una denuncia ante la Guardia Civil.
La Fiscalía acusa al hombre de un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años con prevalimiento de relación de superioridad, y además de la pena de cárcel pide una inhabilitación durante diez años para cualquier profesión que conlleve contacto regular con menores de edad. También reclama una orden de alejamiento de 500 metros y una medida de libertad vigilada durante seis años.
Además, el fiscal plantea una indemnización de 6.000 euros en concepto de daños morales, de la que también tendría que responder la asociación deportiva.
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