MADRID, 10 (SERVIMEDIA)
Dos de cada tres personas adultas diagnosticadas de Trastorno del Espectro Autista (TEA) habrían contemplado el suicidio en algún momento de sus vidas, según apuntó Autismo España.
Entre la población infantojuvenil con TEA, la ideación suicida, las autolesiones y los intentos de suicidio son también fenómenos que aparecen con frecuencia.
Diferentes estudios apuntan además que la ideación suicida se presenta entre las niñas, adolescentes y mujeres con mayor frecuencia que en el caso de los varones.
Según esta organización, el pensamiento y los procesos cognitivos de las personas con autismo también pueden “hacerlas más vulnerables frente a este tipo de situaciones”. Por ejemplo, “los patrones de pensamiento repetitivos e inflexibles pueden hacer que la ideación suicida sea particularmente difícil de disipar para ellas”.
Las dificultades de comunicación social harán que encima sea más difícil que pidan ayuda a los demás cuando se sienten mal, prosiguió, y la falta de apoyo social y de relaciones interpersonales significativas acentúa el aislamiento y la sensación de soledad.
En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio que se celebra este sábado, Autismo España destacó la necesidad de vigilar el bienestar emocional de las personas con TEA a lo largo de todo el ciclo vital para prevenir este tipo de situaciones, especialmente en la infancia y la adolescencia. “Son los dos pilares fundamentales para minimizar este tipo de fenómeno y sus repercusiones a largo plazo”, sostuvo.
Otros factores, como “la detección y diagnóstico precoz del autismo o la prevención y actuación frente al acoso escolar, además de la ayuda ante cualquier señal de alarma resultan también elementos esenciales para el abordaje de la ideación o el intento de suicidio”, agregó.
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