ROMA, 8 (EUROPA PRESS)
El director de Cáritas Kazajistán, el padre Guido Trezzani, ha asegurado que “hay una fuerte expectación” ante la visita del Papa al país, prevista del 13 al 15 de septiembre, a pesar de que el 70% de la población es musulmana y la comunidad católica es muy minoritaria.
“La llegada del Papa es noticia y hay mucha expectación. Desde el principio, el gobierno kazajo ha dado su disposición implicándose en la solución de los problemas de organización, proporcionando pernoctaciones en hoteles y todo tipo de facilidades a los peregrinos”, ha asegurado el sacerdote italiano que lleva 26 años en Kazajistán.
En un encuentro online con periodistas organizado esta mañana por Cáritas Intenationalis, ha incidido en la relevancia que tendrá en el terreno público la visita del Papa a la capital Nur Sultan para participar en el 7º Congreso de Líderes Mundiales de Religiones Tradicionales junto a 108 delegaciones de 50 países de todo el mundo. “Cuando se hizo oficial la visita del Papa, tanto los medios de comunicación como el presidente difundieron y comentaron la noticia en varias ocasiones”, ha relatado Trezzani.
Además, ha revelado que en el país, que albergará la masiva cita religiosa en la que estarán también varios líderes religiosos de otras confesiones como el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayyeb, y el Gran Rabino de Israel, David Lau, “todavía está muy vivo el recuerdo de la visita que hizo Juan Pablo II en 2001, a pesar de su estado de salud”.
“Ese gesto fue recibido como una señal especial de cercanía al país y a la población que fue apreciada. Todavía hoy la gente me pregunta por el estado de salud del Papa, si realmente lo conseguirá, y como ocurrió con Juan Pablo II, hay expectación por lo que Francisco nos dirá a nosotros y al pueblo kazajo”, ha dicho el sacerdote.
Kazajistán es un país con más de cien grupos étnicos y, según Trezzani, “esta multietnicidad da un valor significativo al viaje del Papa donde los temas centrales son la paz, la unidad y el diálogo”.
Hablando sobre la actividad de Cáritas, el sacerdote ha destacado que “es una poderosa herramienta para salir del pequeño recinto” en el que permanecen encerrados para satisfacer las necesidades de la gente. Así, ha detallado que, aunque Kazajistán es un país potencialmente rico en recursos, “la realidad de la gente, especialmente la que vive en las zonas rurales, fuera de las grandes ciudades, es difícil”.
Son varios los campos de acción en los que interviene Cáritas: la educación, la sanidad, la ayuda a los sectores más vulnerables de la población, como los ancianos y los discapacitados. Desde 2014, Cáritas lleva a cabo un proyecto piloto para apoyar a las familias con niños con síndrome de Down. Para satisfacer las necesidades de los padres de esos niños con dificultades, Cáritas ha abierto un centro en Almaty, con una sede en la zona del Caspio, y otros tres puntos están en proceso de apertura.
“Hay mucha demanda, pero una escasez total de especialistas”, ha lamentado Trezzani que, a la vez, ha destacado que la labor de Cáritas no sólo pretende ayudar a las familias “favoreciendo vías de escolarización y acompañamiento al mundo laboral”, sino también poner en marcha “iniciativas de sensibilización” empezando por las clínicas, donde la propuesta a las familias gestantes suele ser la del aborto y el abandono en orfanatos porque la condición del síndrome se presenta “como una situación desesperada”.
En cuanto a las expectativas del viaje del Papa, el director de Cáritas ha comentado que les diga lo que espera de ellos. “Él conoce nuestra realidad. Necesitamos su palabra, para entender cómo salir del dicho ‘siempre lo hemos hecho así'”, ha concluido.
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