Desde este miércoles y hasta el próximo 13 de septiembre, la Jefatura Provincial de Tráfico desarrolla una campaña especial de vigilancia
MURCIA, 7 (EUROPA PRESS)
Las distracciones al volante han provocado el 57% de los accidentes mortales y 17 de los 30 fallecidos en vías interurbanas de la Región de Murcia en 2022, lo que justifica el inicio de una nueva campaña especial de control y vigilancia por este motivo que la Jefatura Provincial desarrollará entre el 7 y el 13 de septiembre en colaboración con voluntarios de ASPAYM, la Asociación de Personas con Lesión Medular y otras Discapacidades Físicas.
Esta campaña, incluida en la programación anual de campañas de la DGT, tiene como principal objetivo vigilar, informar y concienciar sobre los riesgos derivados de las distracciones, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno en un comunicado.
Se produce distracción en la conducción cuando algún suceso, actividad, objeto o persona, dentro o fuera del vehículo, captan la atención del conductor y la desvían de la tarea de conducir.
Marcar un número de teléfono móvil, responder a una llamada telefónica, leer o contestar a un “Whats-App”, encender un cigarrillo, ajustar la radio mientras se conduce supone apartar la vista de la carretera durante un tiempo, periodo en el que el vehículo circula sin control y pueden surgir circunstancias que provoquen un grave accidente.
Dentro de las causas más frecuentes de distracción se pueden citar marcar un número o enviar un SMS o un Whats-App por el móvil; buscar y contestar al móvil cuando suena; hablar por el móvil; mirar o leer al conducir un diario, documento de trabajo, etc.; llevar niños alborotando o llorando; utilizar indebidamente los sistemas de navegación o GPS; tratar de expulsar un insecto del coche; fumar al volante; y llevar animales sueltos en el vehículo.
BINOMIO DISTRACCIÓN-VELOCIDAD
Cuanto mayor es la velocidad del vehículo, menor margen de reacción tiene el conductor frente a los imprevistos y más conveniente resulta que se concentre totalmente en la tarea de conducir y trate de evitar las posibles distracciones, tal y como ha advertido la Delegación del Gobierno.
Distracción y velocidad se convierten así en un “binomio que aumenta muy significativamente los niveles de riesgo durante la conducción”, según las mismas fuentes, que precisan que el tipo de accidente más frecuente debido a la distracción es la salida de la vía, choque con el vehículo precedente o atropello.
Las claves para evitar distracciones son, por ejemplo, antes de coger el volante, dormir bien, no ingerir alcohol, no hacer comidas copiosas, cuidar la ingesta de ciertos medicamentos. En el trayecto recomienda mejor no fumar y parar si se siente somnolencia; así como mantener una temperatura agradable: 21 o 22 grados es una temperatura aconsejable.
“Ojo al móvil: es una importante fuente de distracciones”, tal y como señala la Delegación, que afirma que solo se puede usar para emergencias y con el coche parado. En cuanto a la radio, destaca que “manejarla nos distrae” y son aconsejables los sistemas que se manejan directamente desde el volante.
CONDUCCIÓN Y TELÉFONO MÓVIL
El uso del teléfono móvil, según diversos estudios, es un factor que multiplica por cuatro el riesgo de sufrir un siniestro vial.
El teléfono móvil aporta seguridad y protección, especialmente en momentos de urgencia o de necesidad. Por eso, afirma que llevarlo en el vehículo permite, en caso de avería, accidente, o cualquier otro tipo de incidencia, transmitir información rápida y precisa, así como demandar la ayuda necesaria en su caso.
Sin embargo, la utilización del móvil mientras se conduce “genera un elevado riesgo de distracción según datos que aportan los diferentes estudios realizados, tras un minuto y medio de hablar por el móvil (incluso con manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente, durante la llamada, y se tarda más en reaccionar”.
Algunos estudios constatan que la peligrosidad por un uso inadecuado puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.
Mientras se habla y conduce, se pierde la capacidad de mantener una velocidad constante, de guardar la distancia de seguridad suficiente con el vehículo que circula delante y el tiempo de reacción aumenta considerablemente: entre medio a dos segundos, según los reflejos de cada conductor.
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