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Más del 90% de las familias valencianas cree que sus hijos se contagian de piojos en el colegio

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VALÈNCIA, 5 (EUROPA PRESS)

El 91,1% de las familias valencianas, nueve de cada diez, cree que sus hijos se contagian de piojos en el colegio, según se desprende del IX Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’.

Se trata de un trabajo realizado en 2019 con el aval de la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (SEFAC) que refleja también que solo el 18,7% de las familias valencianas que aplica un tratamiento pediculicida lo hace correctamente. En la Comunitat Valenciana nueve de cada diez familias (95,2%) aplican un tratamiento pediculicida para eliminar los piojos y también nueve de cada diez (94,2%) creen que fue eficaz.

El estudio señala además que en esta autonomía el porcentaje de familias que no notifica al centro escolar la presencia de los parásitos, aunque “siempre debe hacerse”, es del 12,3%. En España este cifra se sitúa en el 13,3%, según ha informado en un comunicado los responsables del estudio.

Asimismo, han apuntado que la razón para no comunicar este tipo de contagios es en uno de cada tres casos (29,9%) la vergüenza y el miedo al estigma social provocado por la pediculosis. Los impulsores de esta investigación han resaltado que “relacionar la pediculosis con la falta de higiene no es el único falso mito en torno a los piojos”.

En este sentido, han expuesto también que la mitad de los progenitores españoles con niños en edad escolar sigue pensando que los piojos vuelan de una cabeza a otra (55%) o que las mascotas contagian piojos (47%). Además, uno de cada tres (29,2%) opina que el mejor remedio para eliminar los piojos es cortar el pelo, “algo que, si bien puede facilitar la aplicación del tratamiento, no es necesario y puede generar un mayor trastorno psicológico a algunos niños”.

El IX Estudio CinfaSalud ‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’ determina que estas son creencias erróneas. Se prevé que tras más de dos años de pandemia en los que la incidencia de la pediculosis se ha reducido considerablemente, se incrementen los casos con la supresión de las medidas de distanciamiento y de los grupos burbuja en los centros escolares.

Julio Maset, médico de Cinfa, ha manifestado que “ahora que las circunstancias sociales y sanitarias vuelven a ser las habituales de las de la época precovid, la infestación del cuero cabelludo y pelo por piojos va a volver a constituir un problema de salud de alta incidencia en las aulas y hogares españoles”, dado que “es de esperar que los niños tengan de nuevo un comportamiento de mayor contacto entre ellos”. “Ese contacto directo cabeza con cabeza es la principal vía de contagio de los piojos”, ha indicado Maset.

La investigación agrega que en la Comunitat Valenciana un 7,5% de las familias piensa que sus hijos han podido contraer los piojos en actividades extraescolares, así como que un 5,5% cree que el contagio se produjo en el entorno familiar; un 4,8% que sucedió en campamentos y un 4,1% que fue en otro lugar sin precisar.

La investigación se basa en un cuestionario online hecho a 3.072 padres y madres españoles con hijos de 3 a 12 años escolarizados –4.204 menores–, residentes en todas las comunidades autónomas, han detallado sus responsables.

Este análisis confirma que en España la pediculosis es más frecuente en las niñas, ya que seis de cada diez (55,8%) tuvieron piojos en los tres años previos a la pandemia, frente a la mitad de los niños (47,5%). “Se explica porque el cabello largo supone una mayor superficie de transmisión para los parásitos y porque entre las niñas son más habituales los juegos de cercanía y son más proclives a compartir artículos de pelo”, ha señalado Julio Maset.

La incidencia de estos parásitos en los escolares de 6 o más años es también significativamente mayor, ya que, como revela la investigación, este problema lo ha padecido el 55,7% de los menores de 10 a 12 años y el 52,8% de los que tienen de 6 a 9 años, frente al 42,9% de los más pequeños (de 3 a 5 años).

PICOR, SIGNO DE CONTAGIO

La vicepresidenta primera de SEFAC, Ana Molinero, ha explicado que “aunque es muy molesto”, el piojo humano de la cabeza, “no transmite enfermedades, por lo que no constituye un peligro para la salud” y ha aseverad que “de hecho, la pediculosis no siempre produce síntomas”. A este respecto, ha matizado que “si los hay, el más frecuente es el picor y la necesidad de rascarse”.

El trabajo determina que tres de cada cuatro familias valencianas (73,3%) detectan la pediculosis por el picor que tienen sus hijos en la cabeza, aunque el 68,5% ve los piojos en el cabello de sus hijos cuando les peinan, lavan o revisan la cabeza. Además, el 4,8% observa lesiones en el cuello o tras las orejas, las zonas óptimas para el desarrollo de estos parásitos. A esto se suman un 0,7% que se percata por su hijo o hija no duerme bien, lo que puede ocurrir debido al picor.

‘Percepción y hábitos de los padres y madres españoles ante la pediculosis’ concluye, por otro lado, que la pediculosis afecta psicológicamente tanto a los niños como a sus padres. Así, muestra que “más allá de los síntomas físicos, el impacto psicológico de este problema es considerable”.

A este respecto, precisa que “uno de cada cuatro padres y madres de la Comunitat Valenciana (26,7%) cree que tener piojos afecta emocionalmente a sus hijos y cuatro de cada diez (41,8%) sienten que les afecta a ellos directamente”.

“NORMALIZAR”

La afectación emocional se da más en madres, en los progenitores más jóvenes y en familias con niñas o menores más pequeños. Julio Maset ha subrayado “la necesidad de normalizar la pediculosis en la sociedad como un problema más de salud, fácilmente atajable”.

En España la mayor preocupación de los progenitores ante los piojos es el picor y las molestias que generan (35,2%), seguida de la posibilidad de que pueda contagiarse el resto de la familia (17,3%). Otras inquietudes son el riesgo de transmisión de enfermedades (16,9%), el “jaleo” del tratamiento (14,4%), la repulsa que generan los piojos (8,5%) y el estigma que el tener estos parásitos pueda suponer para sus hijos (7,6%).


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