MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Más de 3 millones de niños necesitan ayuda humanitaria y corren un mayor riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua, así como ahogamiento y desnutrición, debido a las inundaciones “más graves” en la historia reciente de Pakistán, según advirtió este jueves Unicef.
Se estima que unos 33 millones de personas, incluidos aproximadamente 16 millones de niños, se han visto afectadas por las fuertes lluvias monzónicas de este año en Pakistán, que han provocado lluvias devastadoras, inundaciones y deslizamientos de tierra. Más de 1.100 personas, entre ellas más de 350 menores, han perdido la vida y otras 1.600 han resultado heridas. Además, 287.000 casas han quedado totalmente destruidas y 662.000 han sufrido serios daños.
El representante de Unicef en Pakistán, Abdullah Fadil, señaló que la situación podría empeorar “aún más” y añadió que la ONG está trabajando con el Gobierno y otros aliados para garantizar que los niños afectados reciban el apoyo fundamental que necesitan, “lo antes posible”.
En las áreas damnificadas, se prevé que el 30% de los sistemas de agua han sido dañados, lo que aumenta aún más el riesgo de brotes de enfermedades en personas que recurren a la defecación al aire libre y beben agua no potable.
Por otro lado, las inundaciones también han supuesto daños significativos en 17.566 escuelas que tienen las infraestructuras dañadas o destruidas, lo que pone en peligro aún más la educación infantil después de dos años de cierre por la pandemia.
Las lluvias, que han triplicado e incluso quintuplicado en algunas provincias la media nacional de los últimos 30 años, han llevado al Gobierno a declarar una emergencia nacional, con 72 distritos declarados en “estado de calamidad”, principalmente en Baluchistán y Sindh, las dos provincias más afectadas, así como en Khyber Pakhtunkhwa y Punjab.
Unicef alertó de que ya se han reportado casos de diarrea y enfermedades transmitidas por el agua, infecciones respiratorias y enfermedades de la piel, en poblaciones muy vulnerables. De hecho, el 40% de los niños ya sufría retraso de crecimiento, causado por la desnutrición crónica, antes de las inundaciones, y se espera que la crisis humanitaria empeore por las continuas fuertes lluvias en las regiones que ya se encuentran afectadas.
En este sentido, la ONG solicitó 36,8 millones de euros para llegar a los niños y sus familias durante los próximos meses con medicinas básicas, vacunas y kits de ayuda, así como suministros de agua potable, saneamiento, nutrición, escuelas temporales y material escolar.
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