MADRID, 01 (SERVIMEDIA)
Alrededor de 3,6 millones de menores ucranianos corren un riesgo elevado de no volver a clase en el nuevo curso, según la organización internacional World Vision.
A su juicio, esta crisis “es más que un conflicto y más que uno de los mayores desplazamientos de personas de la historia”. Consideran que es “una crisis educativa, con una generación de niños y niñas que puede perder años de educación”. También lo ven como “una crisis de salud mental”, con 1,5 millones de menores en riesgo de desarrollar problemas de este tipo.
Muchos niños y adolescentes refugiados no van a empezar la escuela porque aún no han sido inscritos, ya que las familias tienen la esperanza de poder volver a casa pronto, indicó World Vision.
La organización sostiene además que aunque pudieran volver a Ucrania, no hay garantía de que las escuelas no hayan sido destruidas por los combate ni de que tengan un refugio antibombas adecuado, acceso a la calefacción o dinero para pagar el combustible. Tras seis meses de conflicto, la ONG hizo un llamamiento a los gobiernos de acogida para que “hagan todo lo posible” a la hora de facilitar la incorporación de estos menores a la educación local, lo que puede incluir clases en ucraniano y distintas adaptaciones , así como ofrecerles apoyo psicosocial y ayuda para su integración social.
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